Málaga, entre la capitales de provincia españolas con más refugios climáticos

Greenpeace denuncia, sin embargo, que "no basta con enumerar espacios climatizados públicos y zonas verdes de la ciudad", sino que hay que habilitarlos para que sean efectivos

El calor derrite Málaga, que marca las temperaturas más altas de España: Álora con 42,4 grados y Coín con 41,6

Dos personas se protegen del sol bajo la sombra de unos árboles en Málaga.
Dos personas se protegen del sol bajo la sombra de unos árboles en Málaga. / Javier Albiñana

Greenpeace ha realizado un estudio sobre los refugios climáticos en las ciudades y Málaga es de las que sale mejor parada. La capital de la Costa del Sol ocupa el cuarto puesto entre las cinco capitales de provincia españolas que cuentan con un mayor número de puntos públicos para hacer frente al calor.

Sin embargo, la ONG ha denunciado que sólo 16 de las 52 capitales de provincia y autonómicas españolas cuentan con una red de refugios climáticos públicos. No hay ninguna en toda Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria, Asturias, Galicia y ambos archipiélagos.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España que la ONG ha publicado este martes.

En el informe, la organización ha indicado que las cinco ciudades con mayor número de refugios climáticos en su red son Barcelona (401), Bilbao (131), Murcia (94), Málaga (93) y San Sebastián (89). En la parte baja del listado se encuentran Sevilla (5), Córdoba (14, sólo para personas mayores), Valencia (20), Madrid (31) y Tarragona (31).

Si se considera el ratio de habitantes por refugio, las cinco con mejor ratio son San Sebastián (1/2100), Lleida (1/2400), Logroño (1/2500), Bilbao (1/2600) y Girona (1/2900). En el otro extremo están Sevilla (1/137400), Madrid (1/110100), Valencia (1/41200), y las ciudades de Alicante y Castellón, que cuentan con un solo refugio habilitado para toda su población.

Greenpeace ha denunciado que ninguna de las redes públicas de refugios climáticos que han estudiado cumple con "todos los requisitos necesarios para proteger de forma efectiva a la población", es decir, estar abiertos en las horas de mayor calor; estar claramente identificados; ser accesibles; ser cercanos, gratuitos y de libre acceso; tener una zona de descanso; y proporcionar agua de grifo de forma gratuita.

De esta manera, ha explicado que todas las redes de refugios cierran al mediodía, por las tardes, en fin de semana o de manera total durante parte del verano, lo que les resta utilidad. Asimismo, ha criticado que no todos los espacios que han analizado son gratuitos. En este sentido, ha apuntado a que Madrid incluye entre los suyos piscinas municipales, espacios culturales y museos -que requieren de entrada-; San Sebastián o Vitoria, centros comerciales, y Logroño, cafeterías -espacios donde es obligatorio consumir-.

A su vez, ha recalcado que muchas ciudades no cuentan con espacios idóneos en cuanto a capacidad y zonas de descanso. De esta manera, Bilbao, Barcelona, Murcia o Sevilla cuentan como refugios climáticos estaciones de transporte, mercados o polideportivos sin especificar si tienen zonas de descanso habilitadas o si el espacio en sí es adecuado.

Asimismo, ha incidido en que varias ciudades enumeran espacios de exterior como parques, plazas o paseos deben contar con sombra suficiente para que la temperatura sea la adecuada, tener puntos de descanso y fuentes de agua disponibles, así como ser seguros y accesibles. De hecho, ha indicado que algunas capitales listan todos los espacios con algo de vegetación sin tener en cuenta las características que los hacen realmente efectivos.

Por todo ello, Greenpeace ha pedido que los ayuntamientos habiliten refugios climáticos efectivos. Además, ha reclamado la implementación de planes de adaptación que transformen el espacio público de los municipios con soluciones basadas en la naturaleza, medidas sociales para reducir la vulnerabilidad de las personas en mayor riesgo, así como contar con objetivos medibles y financiación adecuada. Asimismo, ha demandado un sistema energético "100% renovable democrático, social y ambientalmente respetuoso y justo".

La responsable de la Campaña de Adaptación urbana al cambio climático de Greenpeace, Elvira Jiménez Navarro, ha recalcado que "no basta con enumerar espacios climatizados públicos y zonas verdes de la ciudad" como refugios climáticos. "Hay que habilitarlos para que sean efectivos y puedan proteger realmente a la población más vulnerable. Los refugios climáticos no son una moda, son una medida de salud pública", ha concluido.

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