Málaga registra 1.200 rayos en las primeras horas de la madrugada de aviso amarillo
Aemet apunta que de estos, 300 fueron nube-tierra, el resto fueron nube-nube
Noche de rayos, viento y tormentas y toda Málaga bajo aviso amarillo, excepto la Axarquía
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La provincia de Málaga retumbó esta noche, marcada por los rayos, el viento y tormentas, que comenzó a medianoche y se ha extendido en la madrugada de este miércoles. Como resultado, hasta las 2 de la mañana, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) registró 1.200 descargas eléctricas. El 75% de estas fueron nube-nube, y el 25% fueron nube-tierra. Es decir, que en suelo malagueño cayeron 300 rayos. Las horas en las que más descargas eléctricas se registraron en una hora fue entre las 23:00 y las 01:00 de esta madrugada.
El director de la Aemet de Málaga, Jesús Riesco, ha destacado que el dato más significativo de la noche fueron la racha de viento de 80 kilómetros por hora registrados en el Cónsul en la capital.
El meteorólogo explica que en este tipo de tormentas en habitual que además de rayos, se den rachas locales intentas y que las precipitaciones no sean intensas ni significativas.
Respecto a las lluvias, las mayores cantidades se dieron en Ronda, donde se ha registrado 8,4 litros por metro cuadrado. Después iría Benahavís, con 5,8 litros, seguido de Alpandeire con 4,8. En Marbella puerto recogieron 3,8 litros por metro cuadrado y en Coín 2,2. En el caso de Málaga capital, no se registró ni un litro por metro cuadrado.
Aviso amarillo por tormentas
La Aemet mantiene activo el aviso amarillo por tormentas en las comarcas malagueñas de Antequera y Ronda desde la pasada medianoche y lo ha ampliado a la Costa del Sol y el Guadalhorce hasta las 12:00 de este miércoles. La comarca dela Axarquía es la única que no se encuentra en aviso en la provincia de Málaga.
Esta situación meteorológica viene provocada por la llegada de una Dana desde el Atlántico, que lleva desde el lunes dando coletazos en Málaga. Tras varios días marcados por temperaturas elevadas y cielos despejados, el cambio se hizo notar con la presencia de cielos encapotados y un notable descenso térmico, al que se ha sumado la calima que tiñe de gris el ambiente y que no se disipará al menos hasta el jueves.
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