Málaga trabaja en un aparcamiento disuasorio en Plaza Mayor que pagaría el Gobierno
De momento, habría encontrado la negativa de Renfe, al menos hasta que no aumenten la capacidad de los trenes
Poca duda cabe a esta altura de la importancia de los aparcamientos disuasorios en una conurbación como la Costa del Sol, en la que el vehículo privado acapara el 85% de los viajes en carretera y el urbanismo de baja densidad es una constante. Málaga tiene, al menos, dos en proyecto: uno junto al Martín Carpena y otro en Totalán. A este se podría sumar un tercero, del que ya están haciendo informes, en Plaza Mayor y ligado al Cercanías. Tendría que pagarlo, eso sí, el Gobierno central.
Esto se debe, ha afirmado Trinidad Hernández, concejala de Movilidad, en el Consejo Rector de Urbanismo, a que los aparcamientos disuasorios los paga el transporte público al que van asociados. En este caso, la bolsa –que se haría sobre suelo del centro comercial– se relaciona con el Cercanías, y no con el autobús de la EMT que no tiene ninguna línea allí. De esta manera, los de Totalán y el Carpena los financiaría la Junta de Andalucía junto al Consistorio. La bolsa de Plaza Mayor ya era una de las señaladas como necesarias por parte de la Junta de Andalucía en sus planes de movilidad.
Según ha indicado Hernández, en las primeras conversaciones con Renfe, gestora de los trenes, no son partidarios, de momento, de impulsarlo. El motivo no es el coste, aún por determinar, sino que la línea C-1 ya muestra evidentes síntomas de colapso y hasta que se acometan distintas obras no es viable técnicamente aumentar su capacidad, por lo que no sería inteligente aumentar sobremanera su demanda.
Es cierto que el Gobierno, en distintas ocasiones, ya ha mostrado su voluntad para acometer las mejoras necesarias para que los trenes pasen con más frecuencia: de los 20 minutos actuales entre Cercanías quieren llegar a los 15. También dotar a la línea se trenes más grandes, de mayor capacidad.
Para lograr estos dos objetivos deben, por un lado, desdoblar la vía por la que circulan los trenes. Esto permitirá reducir el tiempo de espera entre uno y otro. Ahora mismo tienen en estudio la duplicación del tramo entre Plaza Mayor y Campamento Benítez, aunque según informes de Renfe por sí mismo no sería suficiente y habría que acometer otro entre Benalmádena y Carvajal.
El segundo de los impedimentos es la longitud de distintos apeaderos. Los trenes de más capacidad necesitan andenes de 100 metros, y hay cuatro de ellos que sólo cuentan con 80 metros. Por lo que, primero, deberán ampliarlos antes de traer nuevo material rodante a la provincia. Bien podrían ser los trenes de doble altura que ya funcionan en Cataluña y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha pedido.
Aparcamientos disuasorios
La Junta de Andalucía, en su Plan de Transportes Metropolitano del Área de Málaga, proyectó nueve aparcamientos disuasorios en la capital. Todos ellos necesarios –junto a la propia ZBE– para poder quitar 52.000 coches de las carreteras como pretende hacer para 2030. Los nueve están en la ciudad de Málaga, que se entiende el centro neurálgico del área metropolitana, y tienen "prioridad" los de la Zona Oeste, donde las infraestructuras de transporte público están mucho más desarrolladas. Así, señalan necesarias nuevas bolsas en Plaza Mayor, Asperones, Aeropuerto, Martín Carpena, Guadalhorce, El Cónsul, Cañaveral, Ciudad Jardín o Totalán.
De estos, sólo se están impulsando por el Ayuntamiento de Málaga, sin haberse licitado las obras aún y en distintas fases del proyecto dos: el que se situará junto al Palacio de los Deportes José María Martín Carpena y el del Arroyo de Totalán. El primero contará con 476 plazas, el segundo, se estimaba en 1.500, aunque recientemente se impulsó un estudio de demanda que atinará más esa cifra.
El aparcamiento junto al pabellón deportivo tiene una previsión de coste de entre 20 y 23 millones de euros con IVA, mientras que los accesos alcanzarían los 6 a 14 millones de euros de presupuesto con IVA, según la alternativa seleccionada.
Estos son los dos aparcamientos que están en marcha, sin embargo, quedan otros dos que estaban en el programa electoral y no han impulsado ni estudiado. Entre las bolsas de Teatinos y Campanillas se estimó que podrían aparcar hasta un millar de vehículos. Con esto, de realizarse los cuatro del programa electoral, serían 3.000 las plazas que sumaría la capital en aparcamientos disuasorios.
No es la primera vez que parece que van a quedar varados bolsas para parkings de este tipo. En el programa de Gobierno para el mandato 2019-2023 también prometieron avances para infraestructuras en La Araña, Martín Carpena y Los Asperones. Durante esos cuatro años no se avanzó en ninguno de ellos.
El Plan de Movilidad Sostenible contempla otras 5.500 plazas en el aire
Además de estos cuatro proyectos, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de la ciudad contempla otras 5.500 plazas en aparcamientos disuasorios en las que no se ha avanzado. Son 10 proyectos en distintas áreas de la ciudad que prevén del entorno de las 500 plazas, excepto uno de ellos, en Guadalhorce, que las doble hasta las 1.000.
Así, se prevén desde que se firmó en 2021, se contemplan intercambiadores en Ciudad Jardín, Asperones, Acceso Norte al Aeropuerto, Guadalhorce, Plaza Mayor, San Ignacio, Baños del Carmen, Cañaveral, Glorieta de Suárez y El Pizarrillo. Muchos de ellos coinciden con los que la Junta señala como necesarios.
¿Un aparcamiento disuasorio en Cártama?
En relación con los aparcamientos disuasorios y la frecuencia de la línea C-2 del Cercanías, la del Valle del Guadalhorce, tendió una mano Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga, en un foro organizado por este periódico. "Hay una parada, la de Aljaima, que no tiene casi uso, si la línea C2 del Cercanías tuviera más frecuencia, fuese atractiva, la Diputación pagaría un aparcamiento disuasorio allí" aseguró Salado, a la espera de que el Gobierno recoja el guante.
Esta bolsa, a la espalda del Hospital del Valle del Guadalhorce, serviría para que los usuarios a título personal dejasen su vehículo, pero también "los alcaldes pondrían autobuses lanzadera desde su municipio". Pero, claro, para eso, "la línea C2 no puede pasar cada hora, debería tener más frecuencia" y el tren "ayudaría a descongestionar mucho el tráfico entre Málaga, Coín, Pizarra...".
Ahora mismo, en la línea C-2 de Málaga hay unas 32 frecuencias diarias (contando las salidas desde Álora y desde la capital). Siempre, claro, que no haya ninguna baja en los trenes, cuando Renfe sacrifica primero esta línea- En el mejor de los casos, una cada hora, que puede reducirse.
El peso de viajeros, en comparación con la C-1, es muy reducido. En la línea que va al Guadalhorce se cuentan en el entorno del millón de viajeros anuales, mientras la línea a Fuengirola el último año movió 17 millones de usuarios, mostrando altos niveles de cogestión. Tanto que es la línea con más porcentaje de uso respecto al número de asientos ofertados.
También te puede interesar
Lo último
CONTENIDO OFRECIDO POR AMAZON