La Costa del Sol arranca hoy, 1 de julio, el primer gran verano tras la pandemia. El aeropuerto internacional de Málaga está repleto de vuelos y pasajeros, los hoteles y las casas rurales tienen buenas perspectivas de ocupación y, en definitiva, todo vuelve a la normalidad. El Covid sigue presente e infectando personas, pero las vacunas están funcionando y el nivel de ingresos hospitalarios y de mortandad se han reducido de forma muy notable. Ya no es obligatorio el uso de la mascarilla y la gente, tras dos años de angustia, quiere salir y pasarlo bien aún a sabiendas de que todo va a ser mucho más caro al estar la inflación disparada. Si algo se ha aprendido de la pandemia es que hay que vivir cada momento y los ciudadanos están dispuestos a hacerlo, ajustando cada uno su viaje o su ocio en función de las posibilidades de su bolsillo, que cada vez son más menguantes.

La pandemia supuso un frenazo en seco a un sector turístico que estaba batiendo récords año tras año y que tuvo su máximo nivel, por tanto, en 2019. En este 2022 hay parámetros que ya superan al de hace tres años y otros siguen por debajo, pero la sensación es que la Costa del Sol volverá a brillar con fuerza este verano. La primera muestra se ve en el propio aeropuerto internacional de Málaga. Ayer, 30 de junio, no cabía prácticamente un alfiler en la zona de facturación en algunos momentos del día y este fin de semana estará a tope. Según datos aportados por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), entre este viernes 1 de julio y el lunes 4 de julio habrá 1.866 vuelos de entrada o salida en el aeropuerto malagueño, de los cuales el 80% son internacionales. El día más fuerte será mañana sábado con 494 operaciones, pero los números serán similares. De hecho, habrá una media de 466 vuelos diarios. Se está cerca de los 2.000 vuelos que se registraron en el primer fin de semana de julio de 2019. 

El aeropuerto es un continuo vaivén de personas porque en él operan esta temporada de verano 50 compañías aéreas con 255 rutas. Desde Málaga se puede volar de forma directa a 123 ciudades de 33 países de cuatro continentes. En total hay 142 aeropuertos enlazados con Málaga porque hay ciudades con varias instalaciones de este tipo. En toda la temporada estival, que empezó a finales de marzo y concluirá el 29 de octubre, hay programados 92.000 vuelos con 16 millones de asientos, lo que supone un 1,7 y un 3,6% más que en 2019, el año del récord. 

Pero los turistas no llegan solo por aire sino también por tierra y mar. Conseguir una plaza en el AVE entre Madrid y Málaga es cada vez más complicado -sobre todo cuando han reducido frecuencias- y muchos optan por viajar directamente en coche pese al sablazo en las estaciones de servicio por el alto precio del combustible. También habrá más cruceristas en la capital al ser Málaga, por ejemplo, puerto base de una naviera como MSC. 

La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) señalaba hace unos días que, por ahora, el nivel de reservas en los hoteles de la provincia para el mes de julio estaba en el 79%, cinco puntos menos que en 2019. Para agosto ya están ocupadas el 77% de las plazas -doce puntos menos que hace tres años-. Se confía en que las reservas de última hora impulsen estos números, aunque hay que tener en cuenta que todo tiene un precio superior, que hay más plazas disponibles por la apertura de nuevos hoteles y que hay mucha competencia porque miles de turistas optan por alojarse en viviendas turísticas o en casas rurales. 

Las casas rurales van a batir este verano récord de ocupación. La plataforma de reservas malagueña Ruralidays, especializada en este segmento, publicó ayer un informe en el que señala que, a día de hoy, ya están reservadas el 81% de las plazas para julio y el 85% para agosto gracias al tirón tanto del turismo nacional como del internacional, aunque habrá semanas que se superará con creces el 90%. Hay reservas tanto de turistas nacionales como extranjeros pero tienen un patrón común: vienen con familia o amigos (y mascotas), se alojan en la vivienda una semana y quieren que tenga piscina, barbacoa y, a ser posible, que esté cerca de la playa. 

Félix Zea y Daniel Velasco, cofundadores de Ruralidays.com, añaden además que circunstancias negativas como la invasión en Ucrania, la subida generalizada de la inflación en Europa y los retrasos en los aeropuertos no se están notando en la demanda, ya que "los clientes tienen muchas ganas de viajar”.

Las perspectivas también son muy positivas para el sector hostelero de Málaga. Restaurantes y chiringuitos ya están teniendo buenos niveles de ocupación en el mes de junio gracias al buen tiempo reinante y se espera que este verano la tónica siga siendo positiva, máxime cuando, por ejemplo, en Málaga capital se recuperará la Feria tras dos años sin realizarse por la pandemia.