Málaga

Más malos olores en el Guadalmedina por el lodo estancado en un muro

  • Se trata de un mecanismo de contención del fango

  • Las mareas afectan a la solidez y efectividad de estas barreras de hormigón

La barrera en el Guadalmedina en una imagen tomada esta semana.

La barrera en el Guadalmedina en una imagen tomada esta semana. / Domingo Mérida

El pasado verano el Ayuntamiento de Málaga instaló un dispositivo en el cauce del Guadalmedina, a la altura del museo del CAC, con el objetivo de retener los fangos procedentes del río y evitar así que suban hasta la rampa. Una estructura, compuesta principalmente por bloques de hormigón que, con el efecto de las mareas, impide que funcione correctamente.

Esta acumulación de lodos genera una serie de malos olores que, día a día, viven los habitantes del entorno. Francisca Sánchez, vecina de la zona, explica que con ese parapeto, la concentración de “porquería” es constante por lo que, cuando baja la marea, el olor es “insoportable”; una sensación que comparte con más personas que viven en su edificio.

Cuenta que, desde la ventana de su casa, se aprecia cómo el cambio en el nivel de las aguas produce desperfectos constantes en los bloques de hormigón que conforman la barrera: “La primera vez que vi estos daños fue en octubre pero, desde entonces, han sido varias las ocasiones en las que han tenido que venir a repararla, en ocasiones dejándolo a medio hacer. La última fue el 20 de agosto, y a los dos días ya estaban los bloques esparcidos por la orilla. Es como la historia de Sísifo, cada vez que lo arreglan, vuelve a quedar destrozado el alineamiento”, afirma.

El muro de contención, cubierto por la marea El muro de contención, cubierto por la marea

El muro de contención, cubierto por la marea / M. H.

También se queja del impacto visual que esta situación genera: “Si ya de por sí no es bonito, imagina la sensación de los turistas que vengan en el AVE o Cercanías y vayan dirección centro. Hace unas semanas vi a unos angloparlantes protestando por el mal olor y el otro le respondió this is Spain. Claro, tampoco le pude recriminar nada porque tenía razón, estamos dando una imagen horrible”. Asimismo, menciona que, en ocasiones, el lodo recogido lo amontonan y, con el paso del tiempo, las mareas hacen que todo vuelva al río.

Desde el Ayuntamiento aseguran que el pasado mes de junio se hizo una limpieza profunda y no se han dejado de hacer inspecciones periódicas en este tiempo. Explican, además, que la humedad de este verano y las altas temperaturas “favorecen los malos olores y han podido ser la causa de una sensación mayor” de suciedad y mal olor: “Seguimos actuando en la zona y todas la semanas se limpian la rampa y las canaletas”, añaden desde el Consistorio.

El pasado mayo se detectaron en el fondo del río Guadalmedina una serie de manchas negras procedentes de la descomposición de algas en las canaletas laterales que tiene los aportes de agua dulce. En aquella ocasión, la concejala del área de Sostenibilidad Medioambiental indicó que se trataba de una “floración natural de las aguas y charcas que, además, prolifera con el sol”. También indicó que en el mes de marzo los técnicos de Emasa, empresa municipal dedicada al abastecimiento y saneamiento de agua de Málaga, ya desarrollaron tareas de “limpieza profunda” y que las algas fueron localizadas espontáneamente en el agua de forma posterior a esos trabajos.

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