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El metro de Málaga, en manos de operarios que trabajan de noche

  • Esta plantilla desarrolla la tarea, normalmente en horario nocturno, para que el servicio diario de transporte funcione con normalidad dando una solución sostenible a los desplazamientos urbanos.

Reparto de mascarillas en el interior de uno de los vagones del Metro de Málaga.

Reparto de mascarillas en el interior de uno de los vagones del Metro de Málaga. / Javier Albiñana

Algo más de 400 operarios que trabajan con horario nocturno se encargan de que en los metros de Granada, Málaga y Sevilla todo esté en perfecto estado desde primera hora de la mañana, cuando buen número de ciudadanos escogen este transporte público para ir a su trabajo, al centro de salud o a arreglar cualquier trámite administrativo.

Los trenes de los metros de Sevilla, Málaga y Granada cumplen una serie de protocolos de mantenimiento, que requiere de personal altamente especializado, por tratarse de sistemas dotados de instalaciones de energía, electromecánicas y de telecomunicaciones altamente complejas.

Esta plantilla desarrolla la tarea, normalmente en horario nocturno, para que el servicio diario de transporte funcione con normalidad dando una solución sostenible a los desplazamientos urbanos.

El plan de mantenimiento integral de los trenes de metro está compuesto por una serie de inspecciones periódicas que verifican los "lazos de seguridad", como se les conoce técnicamente, que garantizan el buen funcionamiento de los trenes.

Lo explica José Antonio Mesa, responsable de mantenimiento del Metro de Granada: "El lazo de seguridad es un circuito en el que todo tiene que funcionar. En ausencia de alguno de los mecanismos, el tren no anda".

Los trabajadores de mantenimiento de los metros andaluces saben la importancia de su trabajo, tan esencial como el servicio de transporte mismo para la vida de una ciudad: "Somos muy conscientes de que de nosotros dependen los desplazamientos al trabajo o al médico", asegura Mesa, que continúa: "La plantilla es consciente de que el servicio es la prioridad, sólo por detrás de la seguridad. Nuestro principal cometido es que los trenes salgan en condiciones de seguridad todas las mañanas".

De la misma manera lo explica el oficial de Mantenimiento, perteneciente al grupo de especialistas en electrificación del Metro de Sevilla, Antonio Espejo: "Para que nada falle, realizamos nuestro trabajo atendiendo a los protocolos y estamos siempre preparados para actuar ante cualquier anomalía". Desde estos equipos se lleva a cabo el mantenimiento programado y también se atienden las incidencias "que afectan al servicio que prestamos a los viajeros".

Un mantenimiento de 22 millones

El mantenimiento de los metros andaluces de Sevilla, Málaga y Granada, que supone una inversión anual de 22 millones de euros, se lleva a cabo mediante personal propio, de diferentes profesiones, y empresas contratadas especializadas en la puesta a punto y mejora de estos sistemas de transporte público. Un personal en continua formación que dispone de los medios necesarios para que todos los días, los 365 días del año, los suburbanos funcionen con total normalidad y den un servicio de calidad.

Dentro del mantenimiento más especializado, están las tareas de vigilancia de los sistemas de energía y electrificación, con las líneas eléctricas que toman la energía de las subestaciones y la propia catenaria de los ferrocarriles metropolitanos. Los trenes, 15 unidades en Granada, 14 unidades en Málaga y 21 unidades en Sevilla, se ponen al día y se arreglan en las dependencias de los talleres y cocheras. Un tren parado por motivo de avería supone un desajuste en el servicio que puede llevar a menos frecuencia, más tiempo de viaje y, por consiguiente, un perjuicio que se quiere evitar.

Las instalaciones a mantener también son los sistemas de señalización viaria y ferroviaria, el control de accesos y videovigilancia, las máquinas expendedoras de billetes, la red de comunicaciones fijas y móviles, así como todo un sistema de prevención de incendios y de ventilación de los túneles y un largo etcétera.

En lo que se refiere a obra civil, el mantenimiento afecta a toda la infraestructura y superestructura de vía, es decir, la plataforma y las vías por donde circulan los trenes, las paradas en superficie y las estaciones soterradas y otras diversas edificaciones distribuidas a lo largo de la línea, como subestaciones eléctricas, pasos inferiores, pasarelas, puntos de información y los edificios administrativos.

Los trabajos de limpieza en los metros andaluces, que forman parte de las tareas de mantenimiento, se han visto reforzados en este año por el coronavirus. La llamada limpieza no técnica se extiende a las unidades móviles, las paradas en superficie, las estaciones subterráneas, los talleres y los edificios administrativos.

La limpieza y la desinfección han jugado una buena carta a la hora de mostrar un transporte público seguro frente a los contagios. El Metro de Málaga, junto a la empresa fabricante CAF, ha adaptado su sistema de ventilación para facilitar una mayor renovación del aire en el interior de los trenes. Este nuevo procedimiento permite la renovación del aire hasta 24 veces a la hora, un ratio que se considera de los más altos en el transporte ferroviario de viajeros.

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