La bebé Luz cumplió ayer un mes de vida. Su nacimiento fue tan inusual como complicado. Ella sobrevivió, pero no su gemelo, al que sus cuidadores llamaron Ángel. Luchaba por resistir, pero su estado era muy delicado: tuvo que recibir oxígeno a través de una mascarilla, leche mediante un tubo y sangre con una transfusión que le hizo su madre, Esperanza. Ahora continúa recuperándose en Donkey Dreamland, el refugio que la vio llegar al mundo, en la Cala de Mijas. 

El 11 de abril será una fecha memorable para los voluntarios. Aquel día, a las 7 de la mañana, asistieron a un acontecimiento, reconocen, atípico. La burra Esperanza a la que habían rescatado ya embarazada en septiembre de 2020 había dado a luz. No tardaron en descubrir que el suyo sería un parto diferente. "Mientras Esperanza -la burra- estaba allí, con Amaya, nuestra fundadora, ayudando, nos dimos cuenta de que estaba teniendo gemelos", recuerdan desde el refugio. Solo el 1,5% de los nacimientos de burros son gemelares, una cifra muy baja si se tiene en cuenta que en todo el mundo hay unos 40 millones de ejemplares.

La burra Esperanza junto a su hija Luz

También es poco frecuente que los gemelos logren salir adelante. De hecho, según las cifras que manejan los responsables, solo el 10% sobrevive al nacimiento. Fue un parto "muy complicado", recalcan. Luz, que estaba muy débil, fue trasladada hasta el Hospital de Referencia La Equina, ubicado en Manilva, donde permaneció ingresada varios días en la UCI. Sus cuidadores reconocen que había "pocas posibilidades" de que sobreviviera. La labor del veterinario que la atendió y la que están desempeñando los voluntarios, que también se ocupan de otros 19 burros rescatados, ha sido "crucial en su mejoría". 

Ha transcurrido casi un mes de su nacimiento, pero la bebé Luz aún necesita ayuda médica y económica. De ahí que numerosas personas estén aportando donativos para contribuir a su recuperación y al mantenimiento de Esperanza, su madre, que fue rescatado en estado de gestación después de que los voluntarios descubrieran que estaba siendo criada en un campo rodeada de machos no castrados. 

Luz ya ha regresado al refugio tras recibir el alta. "Ha sido un proceso difícil en el que no se podía garantizar que viviera, pero ha sido un éxito", remachan desde Donkey Dreamland, un nuevo refugio de burros abandonados, maltratados o que terminaron su dura vida de trabajo. Allí viven felices en un terreno en La Cala de Mijas, dirigido por Amaya Isert.