Movimientos sísmicos en Málaga: "Entran dentro de lo normal, es una zona donde se acumula energía"

Expertos aseguran tras el terremoto de ayer que son "normales" por la existencia de grandes placas que se van acercando

Un terremoto con epicentro en Fuengirola se deja notar en Málaga

Imagen de un sismógrafo
Imagen de un sismógrafo / Lucía Rivas

Málaga, por su situación geográfica próxima al Mar de Alborán, donde entran en contacto la placa Euroasiática y la placa Africana, registra "a diario" continúos movimientos sísmicos. Estos, a menudo, no son aprecidados por la población, pues solo aquellos de mayor intensidad y más cercanos a la superficie son los que pueden llegar a poner en sobreaviso e iniciar un protocolo de actuación ante posibles réplicas o peligro de tsunamis. Así, ayer se vivió un seísmo de magnitud 4,9 con epicentro en Fuengirola, percibido en múltiples localidades e incluso en otras zonas de Andalucía por su profundidad de 78 kilómetros.

"Se ha sentido a mucha profundidad y por eso ha llegado a otras provincias como Sevilla o Granada. Si hubiese sido más superficial, como a 10 o 20 kilómetros, sí podría tener réplicas. Pero, por experiencia, los terremotos profundos no suelen venir acompañados. Este es un terremoto aislado, no es nada preocupante en ninguno de los sentidos, es totalmente normal por las grandes placas que se están acercando casi en 5 milímetros anuales y acumulan mucha energía", explica el sismólogo del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención Desastres Sísmicos Enrique Carmona.

"Todos los días hay terremotos que la población no siente. Al cabo del año, en promedio, habrá entre 5.000 y 7.000 de ellos, pero solo se notan alrededor del 10 %, exceptuando casos como el 2021, cuando se alcanzaron los 22.000, también debido al volcán de La Palma", matiza, por su parte, el sismólogo Luis Cabañas.

Último terremoto registrado en Fuengirola este viernes por el Instituto Geográfico Nacional
Último terremoto registrado en Fuengirola este viernes por el Instituto Geográfico Nacional / M.H.

Este experto añade que en la zona pegada al arco de Gibraltar se dan comúnmente terremotos de profundidades entre 60 y 90 kilómetros como el sucedido ayer. Estos pueden alcanzar también la magnitud de seis, pero "afortunadamente", añade Cabañas, están normalmente lejos de la costa o no suelen presentar intensidades tan altas. Se pueden extender de Almería a Algeciras, o llegar a Melilla o Marruecos.

"Los terremotos suelen ser muy escandalosos en cuanto a su percepción, pero no es nada nuevo. A mí este me ha pillado en un cuarto piso, estaba trabajando tranquilamente y he visto de pronto que el suelo estaba vibrando, se ha movido todo. Es algo que desconcierta mucho, pero hay compañeros que estaban en planta baja que no lo han sentido. Forma parte de la dinámica de nuestro territorio", insiste, por otro lado, el catedrático del departamento de Geografía Física y Territorio de la Universidad de Málaga (UMA) José Damián Ruiz Sinoga.

Sin predicciones pero con antecedentes

Según apuntan estos expertos, la tecnología y los conocimientos actuales no permiten por el momento "saber" qué va a suceder en el futuro. Sin embargo, sí se puede actuar en función de la serie histórica de seísmos por zonas, como la que abarca Málaga y todo el Mar de Alborán. Pues, como señala Ruiz Sinoga, se conoce que la fricción entre las placas tectónicas "existe continuamente a diario". Por ello, mantiene, "debemos aprender a convivir con terremotos".

"La historia sísmica es la que te da la pista, sabes que donde ha habido puede volver a haberlo. Se evidencia que en este lugar hay una falla que rompe a cierto tiempo, libera energía y se relaja, pero que puede volver a recargarse y desbloquearse", destaca Cabañas. Así, desde el IGN guardan registros detallados desde los años sesenta, y anteriores menos concretos, al no disponer de sismómetros ni datos suficientes, de zonas donde pueden repetir estos terremotos. Por ejemplo, en Málaga destaca el acontecido en 1680 "con una intensidad de 8 o 9 y bastante destrucción"; u otros sucedidos más adelante en 1994, en Granada, Málaga y Almería; o 2004, en Alhucemas (Marruecos, pero afectó mucho al sur de España); o en 2015, cuando hubo una actividad sísmica perceptible, incluyendo un terremoto en Ossa de Montiel (Albacete).

Terremoto de magnitud 4,2 con epicentro frente a las costas de Melilla y sentido en municipios costeros de Málaga y Granada en 2024, registrado por el IGN
Terremoto de magnitud 4,2 con epicentro frente a las costas de Melilla y sentido en municipios costeros de Málaga y Granada en 2024, registrado por el IGN / M.H.

En cuanto al nivel de preparación teniendo en cuenta esta información, Carmona, por su lado, incide en que "estamos más concienciados" aunque "todavía quede mucho por aprender". "Damos charlas en colegios, no podemos decir cuándo va a suceder, si será mañana o dentro de un mes. Pero sí hacemos hincapié en prevenir, en cómo construir para que la magnitud no afecte a la estructura, que es la que al final provoca los daños. Estamos en una zona sísmica mundial moderada, sabremos que habrá más".

Preparación ante terremotos y posibles tsunamis

Si bien la mayoría de los terremotos no dejan daños notables, la comunidad científica coincide en la importancia de la prevención y la preparación por parte de las administraciones, que deben dar aviso y activar los protocolos; y de los ciudadanos, que pueden estar preparados para afrontar la situación, ya sea desde un terremoto hasta uno acompañado por réplicas o tsunamis, que se dan cuando hay una falla o una rotura con movimiento vertical en las placas tectónicas.

La bióloga y doctora de la Universidad de Málaga, especialista en preparacionismo, Ingrid Mateo, que lo que hay que hacer si se comienza a notar un terremoto es "localizar puntos en cada empresa o vivienda que sean refugio". Tales como mesas sólidas o las propias vigas, ya que estas "sufren menos daños e impactos" cuando se está dentro de un inmueble. Y, si por el contrario, es en el exterior y cerca de una zona costera "susceptible de sufrir un tsunami que suele generar una onda en aproximadamente 20 minutos" desde el aviso de la administración, los afectados deben tratar de alejarse de esa zona e ir hacia el interior, o si no hay tiempo, subir a un edificio "como mínimo a una altura de 25 metros, a una cuarta o sexta planta". De igual modo, también evitar cauces de ríos e indicar a los niños "dónde ponerse a refugio en el hogar y en el colegio", aclara.

Así, recomienda tener preparada una mochila "de 72 horas" con lo necesario (comida, agua, etc.) para cada miembro de la familia, y también en el coche. Además de tomar otras medidas de prevención en el hogar como afianzar estanterías y no poner objetos pesados sobre ellas que puedan caerse. "El preparacionismo no es que todo sea dramático y va a ir mal. Nos preparamos porque nos da más seguridad y podemos tomar mejores decisiones", concluye Mateo.

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