Málaga

Mujer, extranjera y con cargas familiares, las barreras de la inserción laboral que intenta eliminar Accem

  • La entidad lanza la campaña #mujeresin para quitar los prejuicios y reivindicar que el talento y la cualificación profesional sin género ni etiquetas

  • El desempleo en España de mujeres extranjeras alcanza el 23% y si son africanas asciende al 46%

  • Tan solo el 8% de las migrantes ocupan profesiones científicas e intelectuales y el 2% son directivas

Susana Larios, Mounia Al bahri y María José Sanz presentan la campaña.

Susana Larios, Mounia Al bahri y María José Sanz presentan la campaña.

Si el mercado laboral está complicado, para una mujer que además sea extranjera, de etnia gitana o raza negra, con dificultades con el idioma y cargas familiares, encontrar trabajo se vuelve prácticamente imposible. El desempleo en España de mujeres extranjeras llega al 23% y si son africanas asciende al 46%. Accem lanza una campaña para frenar prejuicios. 

Mounia Al bahri es diplomada en estudios avanzados de Ciencias Químicas por la Universidad Abdel Malek Essaadi de Tetuán. En el último semestre de sus estudios en Marruecos consiguió dos becas en España para mejorar sus conocimientos científicos. En la Universidad de Cádiz se hizo experta en catálisis y en la de Extremadura, en Badajoz, trabajó con un grupo investigador muy potente sobre carbonos activados y tratamiento de aguas contaminadas.

Una vez licenciada, cursó una beca en la Universidad Autónoma de Madrid de formación del personal investigador (FPI) durante cuatro años y obtuvo otro máster. En los dos últimos obtuvo en Francia un doctorado europeo con la máxima calificación, cum laude, publicó seis artículos en revistas especializadas, participó en 15 congresos nacionales e internacionales y fue miembro de cuatro proyectos científicos. 

A pesar de este curriculum, no fue fácil la búsqueda de trabajo. En Tetuán fue profesora ayudante del máster, pero en España su inserción no llegaba. "El único objetivo que me trajo aquí fue la investigación, en Marruecos ya no podía avanzar, no encontraba ni el material ni los medios tecnológicos", indica Al bahri. "He querido trabajar en lo mío, en la docencia y en análisis físico químico, pero en Madrid no me contrataban porque soy inmigrante", considera la científica. 

Aunque no se lo dijeran francamente, "siempre he creído que había esa discriminación, siempre tenían la palabra mágica, que no tenía el título homologado, aunque hice un máster en la Autónoma de Madrid", agrega y señala que ahora trabaja en Accem como monitora en el programa Caixa Proinfancia. Como Mounia, las dificultades que se encuentran las mujeres migrantes son mucho mayores aún.

El 74% de las migrantes trabajan en cuidados o restauración

De ahí que la entidad Accem haya puesto en marcha la campaña #mujeresin para intentar frenar la discriminación. En ella, un blog difunde historias de vida, de superación y resiliencia para apoyar a otras mujeres y ayudar a la inserción laboral

"Cualquier mujer extranjera que venga a España tiene un añadido en cuanto a dificultades para integrarse", indica María José Sanz, orientadora laboral de Accem. "La campaña trata de que no se pongan etiquetas ni prejuicios, que se valore a la persona por su cualificación y su buen hacer a la hora de ofrecer un puesto de trabajo", agrega. 

Susana Larios, técnica de igualdad de Accem destaca que el 74% de las mujeres migrantes trabajan en sectores elementales como los cuidados o la restauración. Solo el 8% son profesionales científicas e intelectuales, el 6% ejercen tareas administrativas y el 2% llegan a puestos de dirección.

"Casi la mitad del servicio doméstico lo ejercen personas migrantes, entre ellas hay mucha precariedad laboral, exceso de horas y explotación", indica la técnica de igualdad. En cuanto a los incidentes discriminatorios, aún siguen en primer lugar las mujeres de etnia gitana, seguidas de las procedentes del África subsahariana y países árabes. 

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