El mundo llora a Julen

En la primera línea

  • El rescate de Julen ha contado con numerosos protagonistas, desde el bombero que diseñó una cápsula para descender a los mineros hasta el pocero

Bomberos, mineros y guardias civiles, tras el hallazgo de Julen

Bomberos, mineros y guardias civiles, tras el hallazgo de Julen

Todos han sido de una forma u otra protagonistas de la que ha sido la mayor operación de rescate desarrollada en España. Desde la asociación de mujeres de Totalán, que voluntariamente se ocupaban de hacerles llegar un puchero caliente cada noche a los integrantes del operativo, hasta la vecina que abrió las puertas de su casa a los padres de Julen, pasando por el coordinador del amplio dispositivo, Ángel García Galán, también portavoz del Colegio de Ingenieros de Málaga. “El enorme despliegue técnico y humano que trabajó sin descanso para encontrar a Julen no evitó el triste desenlace, pero al menos ha servido para que siempre viva en nuestros corazones y en el de todo un país que nos dio fuerzas para arrebatárselo a la montaña”, publicaba ayer en su perfil de Twitter.

El responsable del dispositivo es uno de los que se ha implicado desde el primer día, desde que aquel 13 de enero a las 14:00 una llamaba alertaba de que un niño había caído por un agujero pequeño. De solo 21 centímetros de diámetro y más de 100, sin embargo, de profundidad.

Otro de los colectivos que ha demostrado estos 12 días su entrega es el de Protección Civil, encargado de las tareas de avituallamiento para que a los equipos de rescate no les faltara, ni siquiera, tabaco. Han sido 120 voluntarios los que, capitaneados por Daniel Alcaide, han prestado apoyo técnico a todo el operativo. “El otro día a la una de la mañana nos pidieron cemento y tres pistolas de silicona. ¿Para qué? No sé, pero le damos lo que sea y cuando sea, esto tenemos que hacerlo entre todos, aquí no hay fin. La prioridad es el pozo”, explicaba hace unos días en la zona Daniel, que es el coordinador de la Agrupación de Voluntarios de Moclinejo.

También el empresario que realizó la perforación del pozo ha estado en el foco mediático y siempre se ha mantenido firme en su versión. Asegura que él selló el pozo, que fue, recalca, modificado por unos supuestos movimientos de tierra que él mismo comprobó tras producirse la caída de Julen. En declaraciones a El Confidencial, el pocero defendió que él lo “dejó todo bien” y no “entiende lo que ha pasado”. “Dejé allí 6.000 kilos de tierra que lo han tirado por el lateral. Está todo al revés. Yo no lo hice así”, insistía. Según su testimonio, lleva haciendo pozos desde que tenía 20 años. “El de Totalán yo lo tapé”, apostillaba.

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