La caída en picado de la natalidad en Málaga y en el resto de España no se frena y la situación empieza a ser preocupante, ya que la esperanza de vida es cada vez mayor y se tiene una sociedad cada vez más envejecida, con los condicionantes sociales y económicos que eso puede suponer. La tasa de natalidad en Málaga en 2019 ha sido la más baja desde 1975, la serie histórica que ha publicado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística.

El año pasado nacieron 7,9 bebés por cada 1.000 habitantes en la provincia de Málaga, bajando por primera vez de los ocho nacimientos. La tendencia negativa se mantiene por varias causas, entre las que se encuentran la dificultad real para conciliar la vida laboral y familiar, la escasez de ayudas o el hecho de que la edad media de la maternidad se retrasa cada vez más. Hay también numerosas parejas que deciden tener solo un hijo o que eligen no tener descendencia. 

La evolución es clara. En la provincia de Málaga ha habido dos baby boom destacados en los últimos 40 años. Uno de ellos se produjo a finales de los 70, con el fallecimiento del dictador Francisco Franco. En 1975 y 1976 se superaron los 19.000 nacimientos mientras que en 1978 y 1979 se rebasaron los 18.000. La tasa bruta de natalidad fue superior al 20 por 1.000 en 1975 y 1976. Esa tasa fue disminuyendo con el paso de los años y se experimentó un nuevo rebrote a comienzos y mediados de la década pasada, coincidiendo con una etapa de fuerte crecimiento económico lanzado por la construcción, llegando al pico en 2008 con 19.015 nacimientos y una tasa de 12,32.

Llegó la crisis económica y la natalidad pasó a un segundo plano, reduciéndose cada año la tasa hasta llegar al 7,9 actual. Desde el punto de vista provincial el dato más actualizado que publica el INE es de 2018 y señala que en Málaga hubo 13.480 nacimientos, un millar menos que en 2017 y casi 6.000 menos que a finales de los 70. 

La esperanza media de vida en Andalucía es ahora de 82 años, 8 más que en 1979

En el resto del país ocurre lo mismo. La tasa bruta de natalidad en 2019 era del 7,6, por lo que la de Málaga ha sido ligeramente superior. Melilla encabeza la tasa con 14,77 nacidos por cada 1.000 habitantes, seguida de Almería con 10,24. El resto de provincias están por debajo de 10, situándose los mínimos en Orense (4,79) y Zamora (4,82). La despoblación de los municipios del interior y el trasvase de las personas a las grandes ciudades tienen, lógicamente, un efecto directo.

Hay menos nacimientos y más muertes, por lo que el saldo vegetativo -que siempre ha sido positivo- está cada vez más próximo a cero. En 2018, según los últimos datos del INE, nacieron en Málaga 13.480 niños y fallecieron 13.323 personas. El envejecimiento de la población es evidente. En Málaga se ha pasado de un 13,2% de personas que tenían más de 65 años en el año 1999 al 17,4% en 2019. Incluso en 1999 no había datos representativos de personas con más de 100 años y el año pasado eran el 0,02% de la población. Este fenómeno guarda una relación directa con la esperanza de vida, que en la comunidad andaluza se ha elevado casi una década desde los 74 años en 1979 a los 82 años en 2019.