Málaga

El negocio en la fachada

  • Expertos sitúan en unos 20.000 euros mensuales el canon que pueden recibir los propietarios de La Equitativa por las lonas publicitarias instaladas en sus fachadas

Convertir la fachada de un edificio en un gigantesco expositor publicitario puede resultar sumamente rentable para los propietarios del inmueble. Especialmente, cuando se levanta en pleno centro urbano y su ubicación lo convierte en referencia visual para miles de ciudadanos. Este es el caso de La Equitativa, construcción que a pesar de tener apenas siete décadas de historia se ha convertido en icono visual para los vecinos de la capital de la Costa del Sol. Desde la Gerencia de Urbanismo indicaron que la licencia para el andamio es por cuatro meses, a contar desde febrero.

Icono que desde el pasado miércoles ha escondido su estampa tradicional, ahora objeto de obras de mejora, por una enorme lona en la que luce una conocida marca de ginebra y se recrea el ambiente de Londres. El impacto visual es tan evidente que hasta la presidenta de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, Esther Ramírez, llegó a ironizar al afirmar: "El que no tome a partir de ahora Beefeter en Málaga es porque no le gusta la ginebra".

Fue el pasado miércoles cuando tan significativo anuncio ya se había desplegado en su totalidad en la fachada principal, que da a calle Larios, y en el lateral de la Plaza de la Marina. Pero, ¿qué supone una acción de este tipo para la propiedad? Ante la ausencia de datos tanto por parte de la comunidad de propietarios y de la compañía responsable de la instalación, Soportes y Medianeras, fuentes expertas en la materia no dudaron en indicar que un elemento de estas características, por su dimensión y emplazamiento, puede suponer un aporte económico superior a los 20.000 euros mensuales.

En esta línea se pronuncia el vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas, Alejandro Pestañe, que explica su conocimiento directo de operaciones semejantes en la Alameda Principal y en el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso. En el primero de los inmuebles, el canon que recibieron los propietarios durante los dos meses que se desarrollaron los trabajos se situó en unos 15.000 euros, cifra con la que los afectados pudieron costear al menos el 30% de la rehabilitación. En el caso del edificio situado en el litoral este de la ciudad, el montante fue superior. "Hablamos de unos 12.500 euros más IVA", explica Pestañe, quien recuerda que ese proyecto se alargó unos tres meses.

El vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas destaca, no obstante, que estos valores tan elevados se corresponden sólo con las mejores localizaciones, dado que en calles "menos punteras" se puede percibir entre 3.000 y 4.000 euros al mes.

Aunque el número de intervenciones de recuperación de edificios no es escaso, dado el control que ejerce la Inspección Técnica de Edificios (ITE) y la necesidad de actuar sobre inmuebles antiguos, admite que las operaciones parecidas a la de La Equitativa no son muy habituales. Entre otras razones porque del orden del 50% de las actuaciones sobre fachadas ya no necesitan andamios, elemento sustancial para poder instalar las lonas publicitarias.

La reacción de los vecinos al encontrarse con la publicidad de La Equitativa no fue de indiferencia. La presidenta de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo relacionó la instalación de la misma con la necesidad de los propietarios de "sacar sus ingresos con los que costear la obra, que imagino será inmensa". Con ello, vino a avalar la actuación, recordando que no se trata de un inmueble ubicado en el espacio del Centro protegido ni de una edificación de gran calado histórico. "Me ha impactado, porque es tan grande que es difícil no verlo", comentó.

En el Colegio de Arquitectos, su decano, Antonio Vargas, utilizó lo ocurrido con este edificio para incidir en la necesidad de abrir un debate sobre la necesidad de regular este tipo de intervenciones. "Hay una imagen que preservar y no se puede convertir el centro en una colección de carteles publicitarios", indicó. Incluso, recordó que hay ciudades en las que se obliga a los propietarios a reproducir en las lonas la imagen del edificio en obras. Eso es justamente lo se hizo años atrás con el Mercado de Atarazanas durante su recuperación y con el Palacio de la Aduana, que albergará el Museo de Bellas Artes.

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