El 'nuevo' mercado de Salamanca estará listo a finales de 2018

Cubierta en estado deteriorado, elementos sueltos con riesgo de desprendimiento, carpinterías afectadas por el paso de los años, zócalos deteriorados... Esta es la fotografía realizada por los técnicos encargados de redactar el proyecto de rehabilitación de uno de los pocos inmuebles de estilo neomudéjar que hay en Málaga: el mercad de Salamanca. Un inmueble cuya "notable imprenta artística" hace que cuente con el máximo grado de protección arquitectónica: Bien de Interés Cultural (BIC).

Pero la estampa que muestra un zona seriamente dañado empieza a tener los días contados. El Ayuntamiento de la capital acaba de poner en marcha el contador para sanar este histórico edificio del barrio de El Molinillo. Y lo ha hecho con la licitación de las obras de restauración, cuya inversión rondará, incluyendo la instalación de un mercado temporal para afectar lo menos posible a los comerciantes, los 1,66 millones de euros (parte de esta suma se financia vía fondos europeos), si bien se señala como importe máximo el de 1,85 millones tomando en consideración la posibilidad de que haya modificados. El plazo de ejecución es de 12 meses.

Del calendario previsto, del orden de dos meses y medio estarán destinados a la construcción del zoco provisional al que desplazar parcialmente los negocios ahora abiertos en el mercado de Salamanca. El levantamiento de la misma, incluyendo los trabajos de demolición posteriores, se valoran en unos 415.000 euros.

El informe técnico dibuja un mercado seriamente herido por el paso de casi 90 años desde que fue levantado. La cubierta, con placas de fibrocemento, "se encuentra muy deteriorada, evidenciándose deficiencias, tanto en la disposición de los elementos como en la naturaleza material de los mismos". "Se puede constatar la inoperatividad de los canalones de recogida actuales, lo que provoca el rebose del agua del faldón; es notoria la existencia de grietas entre placas, que provocan importantísimas filtraciones de agua al interior de la nave", se lee en la memoria, en la que se alude también al mal estado de las fábricas existentes.

También se constata la existencia de un tendido indiscriminado de cables sobre las portadas del edificio, persianas enrollables en puestos ineficaces o en mal estado, y se denuncia que ni los medios de extinción, ni las salidas, ni los recorridos de evacuación se encuentran convenientemente señalizados. Los autores del proyecto, además, ponen el acento en que los puestos de venta requieren una intervención prácticamente integral.

El impulso de los trabajos sobre el histórico zoco obligará a interrumpir parcialmente y de forma zonificada de la actividad en el mercado. Para minimizar el efecto de estos trabajos se construirá un mercado provisional con capacidad para 21 puestos. El desarrollo de los trabajos incluirá el levantado de la actual cubrición de fibrocemento y su sustitución por nuevo panelado integrado en el entorno "y acorde a la dignidad del edificio"; la reparación y refuerzo de la estructura metálica de sustentación de la cubierta; la recuperación de elementos de composición de fachada originales (zócalos, abultados, huecos, cerrajerías), según diseño original y eliminados por actuaciones posteriores, así como la gama cromática original.

Asimismo, serán renovados los pavimentos, los zócalos y otros revestimientos de las zonas generales y se homogeneizarán los frentes de los comercios, mediante una marquesina estandarizada a la que se ha de adaptar la cartelería de cada comercio y la sustitución de todas las persianas. También será eliminado todo el cableado que hay en las fachadas.