Un nuevo paseo de Pedregalejo 60 años después: adiós a la acera y cambios en las terrazas
El Ayuntamiento de Málaga saca a concurso su renovación por seis millones de euros
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El paseo marítimo de Pedregalejo, uno de los más pintorescos de Málaga junto con su vecino El Palo, se renovará –por fin– sesenta años después de su construcción. El Ayuntamiento de Málaga saca a concurso las obras para su cambio integral por seis millones de euros, por el que lo dejarán todo a una misma altura –se dice adiós a la acera– o se deberán recoger las terrazas fuera del horario comercial.
El plazo de ejecución una vez se inicien las obras es de diez meses –aunque aún deberán elegir qué empresa se encarga de los trabajos, en función de las que presenten propuestas– en el espacio comprendido entre los Baños del Carmen y arroyo Jaboneros. Esta obra lleva años sobre la mesa municipal, siendo el último paso su presentación en 2023, antes de las elecciones municipales. También sufrió reparos por parte de Costas que tuvieron que ser solventados. Quedan, de esta manera, los proyectos de El Palo (que volverá al punto cero con la pretensión municipal de impulsar una consulta ciudadana para actualizar el proyecto) y Baños del Carmen.
Con esta actuación, el Ayuntamiento no persigue sólo renovar el paseo marítimo, sino también ganar espacio para la ciudadanía mediante la supresión de las distintas alturas del paseo, la reordenación de las terrazas y la ampliación de las zonas de acceso a la playa, así como dotarlo de pérgolas, bancos y una nueva iluminación. Con el impulso a este proyecto, se da cumplimiento al compromiso adquirido en el programa de Gobierno municipal 2023-2027.
El paseo marítimo de Pedregalejo tiene una longitud de 1,2 kilómetros y una anchura media de 8 metros, por lo que el objetivo principal es dotarlo de un mayor uso público y ganar amplitud para el paseante. Para ello, el proyecto contempla una reordenación de las terrazas de los bares y restaurantes que se encuentran sobre la plataforma del paseo, que actualmente está dividida en dos alturas. Aunque los establecimientos mantendrán la ocupación actual autorizada, la solución planteada con vecinos y los representantes del sector hostelero consiste en la sustitución de las estructuras fijas por otras instalaciones más permeables y que puedan ser retiradas cuando el negocio esté cerrado.
Por otro lado, el nuevo diseño del paseo incluye la supresión de la diferencia de cotas actual provocada por el bordillo existente, de modo que se consiga una única plataforma. Además, también se prevé la instalación de una pérgola metálica de 4,25 metros de altura y 5 metros de anchura para proporcionar sombra al viandante.
Igualmente, se contemplan quioscos y aseos en distintos puntos, así como dotar al espacio de bancos tanto bajo las pérgolas como en el entorno de la plaza de Nereo (estos últimos serán tipo tumbona). Por otro lado, los accesos a la playa se han concebido más amplios que los actuales con el objetivo de abrir el paseo al mar, de forma que prácticamente todo el frente del acceso sea un punto de bajada a la playa bien mediante escalones de gran formato bien mediante rampa.
En cuanto a la pavimentación, se dará uniformidad a todo el trazado con piezas de hormigón prefabricadas de gran formato y con anchos variables entre 40 y 100 centímetros que serán colocadas siguiendo un patrón de transversalidad para dar sensación de amplitud.
Reordenación del espacio público
Con la premisa también de generar esa amplitud de espacios que busca el proyecto, se ha rediseñado la actual grada que se encuentra entre la plaza Julián Almoguera y las Acacias para convertirla en un espacio más diáfano y permitir su uso para distintas actividades, como el cine de verano. El principal acceso a esta grada desde el norte estará pavimentado con piedra natural, el alumbrado estará situado en el suelo y se trasladará el ancla que se encuentra actualmente junto al restaurante El Merlo, todo ello con el objetivo de realzar este espacio.
Además, se proyecta el rediseño de la plaza de las Acacias a través de la reordenación de los aparcamientos que existen para aportar más espacio para los peatones. Así, los aparcamientos existentes serán señalizados con una anchura de 2,5 metros y 5 metros de largo. Esta disposición maximiza el número de plazas, permitiendo espacio suficiente para los giros y dejando una calle de maniobras de 5 metros como mínimo.
En cuanto a jardinería, las zonas verdes que actualmente existen en los accesos a la playa verán reducida su extensión, manteniéndose las especies arbóreas existentes, como las palmeras. Algunas cuya ubicación colisione con el proyecto serán trasladadas a la plaza de las Acacias, donde también serán plantados nuevos ejemplares. En la plaza Miguelito El Cariñoso se mantendrán los árboles, mientras está prevista la plantación de pinos en varios puntos, como en las proximidades del restaurante Rompeolas.
Nuevas luces o accesos a la playa
En cuanto a los servicios afectados, se prevé la instalación de nuevos tramos de tuberías, la reposición de los sistemas de riego, la construcción de una nueva estación de bombeo de aguas residuales que sustituya a la actual que se encuentra en la plaza Miguelito el Cariñoso y la modificación de la red de aguas pluviales.
En cuanto a la nueva iluminación está prevista la instalación de nuevas luminarias led a través de todo el paseo marítimo, iluminación indirecta enterrada en el suelo para los accesos a la playa o la nueva grada, otras ancladas a las fachadas para alumbrar los pasajes existentes entre el paseo y las calles paralelas, y postes que alberguen proyectores a distintas alturas para las zonas más amplias como las playas y la plaza de las Acacias.
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