Los nuevos aparcamientos de zona azul en Málaga necesitarán el consenso reforzado de los vecinos

Una suerte de consenso reforzado va a exigir el Ayuntamiento de Málaga para imponer las nuevas zonas azules en la ciudad. No es que se vaya a pedir el visto bueno de tres quintos de la cámara, como en el Congreso, pero sí que exigirán un documento por escrito en el que se demuestre que se cuenta con el plácet de los lugareños para instalar los estacionamientos regulados. 

Este extremo afirmó la concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, durante la Comisión de Economía, en un punto a propuesta de Vox que giraba en torno a los aparcamientos en zona azul. 

Hernández sostuvo que, si bien hasta ahora, el consenso de los vecinos había sido algo primordial, uno de los dos textos nuevos que están en trámite en la Casona del Parque sobre el SARE pondrá unos requisitos aún mayores para asegurar que los vecinos ven con buenos ojos que los aparcamientos de su zona que hasta el momento fuesen línea blanca pasen a ser pintados de azul. “Somos más férreos en este consenso porque exigimos un procedimiento en el que se demuestre por escrito que los vecinos están de acuerdo”, incidía. 

Sólo en el último cuatrimestre del año, Málaga puso en funcionamiento más de 200 plazas de aparcamiento nuevas en la zona azul, después de que en el mes de julio aprobase la ordenanza que abría la mano a implantarla en 23 zonas más de la ciudad, además de las 19 en las que ya regía.

La nueva norma establece el régimen jurídico aplicable a los Sectores de Aparcamiento Regulado (SARE) contempla que en el futuro se pueda ampliar a Los Tilos, La Aurora, Parque Atalaya, Góngora, La Paz, Eugenio Gross y Gamarra, el Paseo marítimo Antonio Machado en Huelin, calle Pacífico, Parque del Mediterráneo, Las Chapas, Haza Cuevas, Trinidad, Perchel Norte y Sur, Bailén, Arroyo de los Ángeles, Camino Súarez, El Molinillo, Capuchinos, Cristo de la Epidemia, Olletas, y Pedregalejo. Si bien no tendrán por que implantarse, quedando a decisión del equipo de Gobierno.

Otro de los puntos tratados en la moción versaba sobre los 4 millones de euros en IVA que Smassa ha cobrado indebidamente, según reveló el Tribunal de Cuentas. La concejala se escudó en un matiz jurídico, asegurando que se solventa con las nuevas tarifas, que se negó a bajar como pedían desde Vox.

Las cuentas de Smassa entre los años 2019 y 2024 reflejan ingresos por el Servicio de Estacionamiento Regulado (SARE) de 21,5 millones de euros. El año que menos se percibió en este sentido fueron 3,3 millones de euros en 2019.

Los ingresos, además, fueron creciendo, incluso en el año de la pandemia, cuando la –entonces– sociedad mixta percibió 3,4 millones de euros en este concepto. Es justamente el cambio de titularidad del 49% de la empresa, que estaba en manos de privados para pasar por completo al Ayuntamiento de Málaga, la que requiere un cambio en la forma de administrar estos ingresos.