Los nuevos modelos sociales y las redes impulsan la cirugía estética en Málaga

Las mujeres siguen siendo mayoría en estas operaciones, pero aumenta la demanda de los hombres que ya suponen el 15%

Cirujanos plásticos de Málaga alertan del riesgo del low cost y los viajes a Turquía para operaciones estéticas

Dos profesionales operando a una persona.
Dos profesionales operando a una persona. / M. H.

La cirugía estética se fortalece. La importancia de la imagen en las redes sociales, los nuevos modelos en los que el varón también cuida su cuerpo y los valores surgidos tras la pandemia de disfrutar más el momento –lo que provoca que la gente salga más y se preocupe por lo tanto de su apariencia– impulsan en los últimos años esta actividad médica. Además, ésta ahora es más segura, tiene más técnicas y ya no se concibe como un lujo, sino como una aliada económicamente asequible para estar más a gusto con el aspecto físico.

Con todos estos mimbres, la cirugía estética es cada vez más demandada. En apretado resumen, el escenario es el siguiente: las mujeres siguen siendo mayoría en estas operaciones, aunque crece la proporción de hombres, que ya suponen el 15%; y el aumento de mamas es la intervención más solicitada entre las pacientes.

El informe de finales de 2022 de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre), la organización que agrupa a los profesionales de la especialidad, ya recogía un incremento de las intervenciones del 215% respecto a un estudio de 2014. El documento titulado La realidad de la cirugía estética en España 2022 avanzaba que la actividad seguiría creciendo en los tres años siguientes. Y según el vocal de Formación Continuada de la Secpre, José María Picó, las previsiones se están cumpliendo.

Explica que el sector sale fortalecido de la pandemia y que varios factores influyen en el incremento de la demanda. Por un lado, porque las restricciones durante el Covid generaron un ahorro dado que no se podía salir, dinero que algunas personas han gastado en mejorar su imagen. En segundo lugar, que el teletrabajo posibilita compatibilizar las obligaciones laborales con la recuperación tras una intervención de estética. Además, que el uso de la mascarilla ha permitido disimular el postoperatorio en intervenciones, por ejemplo, de nariz (rinoplastia).

Picó agrega que también contribuye a ese crecimiento el hecho de que la tecnología aporta novedades para tratamientos mejores y más seguros. “Además, ahora estas operaciones son más generalizadas, ya no son algo tan exclusivo como antes”, puntualiza.

El cirujano plástico Jesús Torres señala también el impulso que la cirugía estética ha tomado como consecuencia de las redes sociales. “Muchas personas están deseando operarse para no tener que usar filtros en las fotos que suben a Instagram. Quieren operarse para estar guapas, gustarse y gustar a los demás”, explica. Acota que han surgido nuevos valores que propician que “la gente salga más y se opere más”. Y en este punto, destaca que el hecho de que el clima de Málaga permita “casi ocho meses al año” la exposición del cuerpo porque no hay que ir tan abrigado como en el norte, ahonda en la preocupación por la imagen corporal. Coincide en la afirmación de Picó de que todos estos cambios sociales confluyen en el tiempo con unos procedimientos quirúrgicos que son “cada vez más seguros y en los que la recuperación dura menos tiempo”.

Respecto a las operaciones más solicitadas, el informe de la Secpre confirma que “el aumento de mamas con implante sigue en primer lugar” y es “con diferencia, la intervención más demandada”. De acuerdo al estudio de 2022 –que según los expertos sigue vigente y es extrapolable a Málaga– esta técnica acapara el 27,6% de la demanda. Las operaciones de párpados (blefaroplastia) “sube al segundo lugar relegando a la liposucción a la tercera posición”. Según los datos del informe, las primeras suman el 10,7% de las intervenciones y estas últimas, el 10,5% (El aumento de las blefaroplastias se achacan al efecto mascarilla, puesto que su uso da más protagonismo a la zona de los ojos). El cuarto lugar en la demanda lo ocupa la elevación de mamas, con el 8%.

Analizado por tramos de edad y considerando ambos sexos, la intervención más demandada varía. Entre los menores de 18 años, la operación más solicitada es la otoplastia; es decir, la de las orejas. Desde esa edad hasta los 44, la demanda se centra en el aumento de mamas con implantes. De los 45 a los 60, las operaciones de párpados son las más frecuentes, aunque el aumento mamario “también tiene presencia”. Entre los mayores de 60, la blefaroplastia (párpados) “es con mucha diferencia” lo más demandado, aunque el lifting facial ocupa el segundo lugar.

Respecto a la distribución por sexos, la cirugía estética sigue teniendo mayoritariamente demanda femenina. El 85% de las intervenciones se realizan a mujeres. Sin embargo, respecto al estudio de hace una década atrás, el último informe constata un incremento de tres puntos porcentuales de los hombres. De manera que conforme a los datos de la Secpre, ya suponen el 15% de los pacientes que se operan. “Los varones se interesan cada vez más por la cirugía estética, creciendo a un ritmo ligeramente superior al de las mujeres”, recoge el análisis hecho por la sociedad profesional. El incremento de su uso por parte de los hombres se atribuye a “una mayor libertad vinculada a la caída de los estereotipos y roles de género”.

Respecto a los precios, la horquilla es tan variable como los procedimientos. Puede oscilar de 1.500 euros por una blefaroplastia (párpados) a alrededor de 7.000 por una lipoescultura.

Por su parte, Jesús Torres comenta por su experiencia que ya la cirugía estética ha dejado de ser un tema tabú. Explica que entre mujeres de más edad suele ser habitual que no se confiesen los retoques. Sin embargo, estima que entre las más jóvenes se comparte el hecho de haberse sometido a una intervención de estas características. “No hay prurito en decirlo y compartirlo”, señala. También asegura que en España hay más demanda de cirugía estética que en Alemania o Inglaterra. Entiende que el tirón de estas operaciones es producto, entre otras cosas, del modo de vida. “Aquí se sale más y se expone más el cuerpo. En Málaga se enseña el cuerpo hasta en invierno”, concluye.

Una afirmación que comparte Picó. “Cuanto más al sur, más exposición y más culto al cuerpo”, sostiene el representante de la Secpre. Incluso abunda en que en Andalucía hay una preferencia, en el caso de las operaciones de aumento de mama, por volúmenes más grandes que en “Madrid, Bilbao o Suecia”.

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