El obispo de Málaga, Jesús Catalá, recibe el alta hospitalaria tras dos semanas ingresado

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, ha recibido el alta hospitalaria en la tarde de este lunes, 12 de mayo, tras permanecer ingresado desde finales de abril por una infección tras una operación de próstata.

Permanecía en planta del centro sanitario en el que fue ingresado tras responder positivamente al tratamiento, superando la infección y la situación de gravedad. Así, este lunes ha recibido el alta hospitalaria, según han informado desde la Diócesis de Málaga en un comunicado.

Catalá, de 75 años, fue intervenido el pasado 22 de abril de un pólipo en la vejiga en una operación programada que resultó satisfactoria. Justo una semana después, el día 29, fue operado de la próstata, tras lo que presentó una infección; y en la tarde de esa jornada fue intervenido de nuevo con buen resultado, manteniéndose desde entonces en la UCI.

Cabe recordar que Catalá asumió el cargo de obispo de la ciudad el 10 de octubre de 2008 cuando tomó el relevo de Antonio Dorado Soto, y que el pasado 22 de diciembre presentó su renuncia al Papa Francisco, al cumplir los 75 años, tal y como establece el Código de Derecho Canónico. Desde el Vaticano se le solicitó que continúe al frente de la diócesis hasta que se produzca el nombramiento de su sucesor. En una entrevista reciente, el obispo expresó su deseo de que el relevo se lleve a cabo con naturalidad y que el proceso permita a todos conocer con claridad los tiempos y pasos a seguir.

Cuatro décadas de servicio a la Iglesia

Catalá nació en 1949 en Villamarchante (Valencia). Fue ordenado sacerdote en 1975 y, tras completar estudios en Roma, se doctoró en Teología por la Universidad Pontificia Lateranense. Su vida eclesiástica ha estado marcada tanto por la labor docente como por su compromiso pastoral: ha sido profesor de Teología Dogmática, director espiritual del Seminario Mayor de Valencia y colaborador habitual en diversos medios eclesiales.

En 1990, fue designado obispo auxiliar de Valencia, iniciando así su servicio episcopal. Seis años más tarde, fue nombrado obispo de la recién restaurada diócesis de Alcalá de Henares, donde desempeñó un papel clave en su reestructuración y revitalización pastoral. Finalmente, en octubre de 2008, fue nombrado obispo de Málaga, cargo que ocupa desde entonces.