El obispo de Málaga sigue en la UCI estable con pronóstico reservado

EL ingreso se produjo a raíz de complicaciones surgidas durante una operación de próstata

La Real Hermandad de Santa María de la Victoria aplaza su procesión extraordinaria por el delicado estado de salud del Obispo de Málaga

Jesús Catalá, obispo de Málaga
Jesús Catalá, obispo de Málaga / M.H.

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras haber sido intervenido en dos ocasiones este lunes, 29 de abril, debido a complicaciones surgidas durante una operación de próstata. La primera intervención tuvo lugar a primera hora de la mañana. Durante el postoperatorio, el prelado presentó una infección que obligó a una segunda cirugía esa misma tarde.

Según ha informado la Diócesis, esta última intervención se desarrolló con buen resultado, aunque su estado sigue siendo delicado y el pronóstico permanece reservado. El parte médico de este jueves 1 de mayo confirma que no hay cambios sustanciales, y se espera una nueva actualización este viernes tras el informe médico previsto a las 13:00 h.

Esta situación médica no es aislada. Días antes, el pasado 22 de abril, Monseñor Catalá ya había sido sometido a una intervención quirúrgica programada para extirpar un pólipo en la vejiga. Según ha informado la propia Diócesis, aquella operación se desarrolló con éxito y sin complicaciones inmediatas.

Sin embargo, el estado de salud del obispo se ha visto alterado a raíz de la nueva intervención urológica, cuyo desarrollo se ha complicado por la aparición de una infección postoperatoria.

Cuatro décadas de servicio a la Iglesia

Jesús Catalá Ibáñez nació el 22 de diciembre de 1949 en Villamarchante (Valencia). Fue ordenado sacerdote en 1975 y, tras completar estudios en Roma, se doctoró en Teología por la Universidad Pontificia Lateranense. Su vida eclesiástica ha estado marcada tanto por la labor docente como por su compromiso pastoral: ha sido profesor de Teología Dogmática, director espiritual del Seminario Mayor de Valencia y colaborador habitual en diversos medios eclesiales.

En 1990, fue designado obispo auxiliar de Valencia, iniciando así su servicio episcopal. Seis años más tarde, fue nombrado obispo de la recién restaurada diócesis de Alcalá de Henares, donde desempeñó un papel clave en su reestructuración y revitalización pastoral. Finalmente, en octubre de 2008, fue nombrado obispo de Málaga, cargo que ocupa desde entonces.

El pasado 22 de diciembre, al cumplir 75 años, remitió su renuncia al Papa Francisco, tal y como establece el Código de Derecho Canónico. Desde el Vaticano se le ha solicitado que continúe al frente de la diócesis hasta que se produzca el nombramiento de su sucesor. En una entrevista reciente, Catalá expresó su deseo de que el relevo se lleve a cabo con naturalidad y que el proceso permita a todos conocer con claridad los tiempos y pasos a seguir.

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