La oposición a la torre del puerto de Málaga se mantiene pese al nuevo diseño: "Aunque lo pintes de rosa sigue dominando el paisaje"
Defendamos Nuestro Horizonte sigue apuntando a la volumetría total y afirma que no es un problema con el arquitecto
La torre del puerto de Málaga crece hasta los 144 metros, pero Chipperfield no desvela su diseño 'estrella'

La oposición a la torre del puerto de Málaga no se ha movido un ápice con el nuevo diseño del 'Nobel' de la arquitectura David Chipperfield. Entre otros motivos, coinciden quienes rechazan la ubicación del mismo, porque el diseño no fue el problema inicial. "Ya puedes pintarla de verde, rosa o naranja, que va a seguir obstaculizando las perspectivas y dominando el paisaje", asegura Matías Mérida, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Málaga y parte de la Plataforma Defendamos Nuestro Horizonte.
Mérida, apunta que siempre han tenido en cuenta los 150 metros como máximo que permite el Plan Especial del Puerto aprobado en noviembre de 2023 por el Ayuntamiento de Málaga, más allá de los 116 que medía el último proyecto antes de que presentaran el diseño que debe ser el definitivo. "Si no llega a 150 metros [han asegurado que medirá 144], llegará, va subiendo constantamente de altura, damos por hecho que lo hará porque habrá elementos sobrecubierta", añade, a la vez que señala que siempre han apuntado al volumen y el emplazamiento como problema.
"El diseño, más allá de la volumetría, no da juego a variaciones", asegura apuntando la incidencia sobre el paisaje que tendrá, "le puedes poner las ventanas naranjas o más cristal, pero son cuestiones ínfimas en el dominio del paisaje". Tampoco cree que las infografías presentadas apunten nuevos valores, "son productos comerciales, son engañosas, intentan venderte algo y lo hacen idealizando y y con unas perspectivas difíciles o o con elementos que no existen en la realidad. Desde el punto científico y técnico no le hago mucho caso", subraya el experto.
"Que el diseño tenga más o menos detractores es más un deseo que una realidad", señala en relación a las palabras del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que aseguraba que el nuevo diseño será más "simpático" con Málaga y que generará menos oposición. "No es una cuestión que se resuelva fichando a un arquitecto internacional o haciendo un proyecto que modifique al anterior", termina Mérida.
En los partidos de la oposición de izquierdas tampoco ha generado ningún movimiento respecto a la postura anterior. Dani Pérez, portavoz de los socialistas en el Ayuntamiento y secretario general de la provincia, asegura que "se esperaba que trayesen un proyecto y se ha presentado una ilusión", apuntando a la "inestabilidad del proyecto". También ha criticado lo poco preciso que es el diseño y mantiene que el rechazo en la ciudad seguirá siendo el mismo.
Pérez, también criticaba que el mismo supone "más ladrillo y más cemento donde no hay que meterlo, sólo cambia quién va a firmar el proyecto". En este sentido señalaba una hora antes de la presentación de Chipperfield que entienden que no es el lugar para levantar el hotel.
Así, aseguraba que tendrá "un impacto directo sobre el paisaje" y que hay un "rechazo de la mayoría de la sociedad". Preguntado sobre si ha pedido al Consejo de Ministros –con el que comparte color político– que se muestre en contra, dijo haber "informado al ministro del ramo [Óscar Puente] de cuál es nuestra postura" además de al resto de miembros del mismo. Pese a ello no aclaró si el voto del mismo será favorable o no a levantar la prohibición de uso hotelero en el Puerto.
Josele Aguilar, parlamentario del PSOE en Andalucía y el otro de los nombres que suenan, junto con el de Pérez, a la secretaría provincial del partido, afirma que sólo hay que recordar su intervención en el parlamento autónomico y que está "decididamente en contra" del proyecto.
Toni Morillas, concejal de Con Málaga pidió al alcalde que "se deje de operaciones cosméticas" con la torre del puerto y defienda "el interés general". "Es impensable que en una ciudad como Málaga, donde vemos como a las familias trabajadoras se le ponen innumerables obstáculos para, por ejemplo, acceder a una ayuda al alquiler, se ponga la alfombra roja a un fondo de inversión catarí para que, incluso incumpliendo los plazos dados y sin presentar los documentos necesarios, siga promocionando el rascacielos", sostuvo.
Agregó que "se presenta una maqueta, una infografía pagada con dinero público, pero siguen sin presentar los documentos ni los informes geotécnicos sobre la viabilidad del proyecto, a pesar del enorme rechazo social que sigue generando".
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