Qué es la oruga procesionaria, la plaga que está afectando a vecinos de Rincón de la Victoria
Este insecto suele proliferar en primavera, aunque las altas temperaturas adelantaron su aparición
Denuncian que llevan “seis años luchando” en Rincón de la Victoria contra una plaga de orugas: "No se puede ni andar"

La oruga procesionaria del pino, conocida como “Thaumetopoea pityocampa” es un insecto que prolifera en primavera, mayormente en los meses de abril o mayo. Aunque en los últimos años, con el aumento de las temperaturas, sus larvas han ido adelantando su nacimiento. En pleno mes de enero, los vecinos de Rincón de la Victoria alertaron de que cuentan con una plaga de esta oruga. La problemática con la procesionaria es que provoca urticarias o reacciones alérgicas.
Este insecto, en su etapa larvaria, está recubierto de unos pelos que son los que producen estas irritaciones "más o menos graves" en los humanos. La reacción puede darse tanto por contacto directo como indirecto, pues las orugas se desprenden de los pelos si se sienten atacados, específica en un informe la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Esta reacción la origina una sustancia que se encuentra en estos pelos, la toxina termolábil. La repercusión de este insecto ha puesto en marcha diferentes planes para su control.
Cómo provocan las urticarias o reacciones alérgicas
La toxina de las orugas procesionarias, la termolábil, se encuentran en los pelos en las que se encuentran rodeadas. Cuando este insecto se encuentra amenazado, esparce estos pelos en el aire, alcanzando a las personas o animales, que pueden respirarlos por la nariz o incluso ingerirlos por la boca. Por lo que no haría falta tocarlas directamente para sufrir las consecuencias de estas toxinas. En casos extremos, el contacto de la toxina con los ojos puede incluso causar ceguera o la muerte. Por ello, tanto desde la Junta como desde diferentes instituciones públicas, como los ayuntamientos, ponen en marcha planes de control para que no se den plagas de estos insectos. Entre las actuaciones que realiza la administración pública andaluza está realizar tratamientos químicos de prevención.
Es habitual que estas orugas se encuentren en zonas con pinares, aunque como se ha vivido en Rincón de la Victoria, zonas arboladas poco cuidadas pueden ser un lugar donde se extienden estos insectos. Ante esta situación, como indicaron los vecinos afectados del municipio malagueño, los niños y mascotas son los más vulnerables a estos insectos, y por ello se deben prestar una mayor vigilancia.
Cómo proteger a niños y animales de las procesionarias
Los niños y mascotas son los más vulnerables al contacto de la oruga procesionaria, al ser los que más acuden a parques y jardines, y pueden inhalar sin querer los pelos de estos insectos. Por lo que principalmente habrá que vigilarlos cuando se acudan a estos espacios y se tenga constancia de la presencia de este tipo de oruga.
Para las personas, un tratamiento inmediato en caso de contacto con esta oruga es aplicarse hielo u optar por algún antihistamínico o antiinflamatorio. Aunque los más pequeños no siempre son conscientes de haber estado en contacto con esta toxina, y los síntomas aparecen más tarde, en estos casos es aconsejable acudir a urgencias.
En el caso de las mascotas, se suma la situación de que pueden llegar a ingerir estos insectos, tragándose directamente la toxina. Se debe acudir lo más rápido posible al veterinario. Si no se puede, es recomendable lavar la zona con agua fría para diluir la toxina.
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