El padre de Oliver: "Hemos pasado de un diagnóstico muy malo a un camino por recorrer"

Hace poco más de dos semanas, las esperanzas de los padres de Oliver flaqueaban cuando el hospital en México les comunicaba que a su hijo le quedaban entre quince días y un mes de vida tras detectar que padecía un tumor cerebral que allí no podían tratar. Ahora, operado hasta en dos ocasiones con éxito, un abanico de posibilidades se abren ante el pequeño para tratar su enfermedad. "Hemos pasado de un diagnóstico muy malo a un camino por recorrer", ha manifestado el padre del pequeño, Alejandro Romero.

Después de ser intervenido una primera vez para controlar su hidrocefalia, la semana pasada Oliver volvió a pasar por quirófano en una operación que se prolongó durante diez horas y en la que los profesionales consiguieron extirparle el 98,84% del tumor. Todo un éxito, a pesar de la complejidad que presentaba el caso, que permitirá iniciar próximamente el tratamiento oncológico.

El equipo médico que lo trata, de acuerdo con la familia del niño, ha decidido que antes, y durante un periodo de dos meses, recibirá un tratamiento de quimioterapia en el marco de un ensayo clínico internacional con el que se espera que se pueda reducir aún más el tumor o modificar sus condiciones para hacerlo más accesible y facilitar su extirpación total en una segunda cirugía.

Una vez finalizado este tratamiento, se le hará una resonancia para observar el efecto obtenido y, analizados los resultados, Oliver iniciará un tratamiento de radioterapia con protones que se prolongará unas cinco o seis semanas en Madrid, concretamente en la Clínica Universitaria de Navarra.

Agradecido, una vez más, con todos los que han contribuido a salvar la vida de su "enano" y admirado por sus avances, Romero ha contando que "cada día dice una palabra más o hace un gesto más". Además, este jueves consiguió dar un par de pasitos; toda una hazaña, ya que no conseguía sostenerse en pie desde octubre.

Gracias a esta evolución "tan favorable", el pequeño seguirá ingresado unos días para continuar con la rehabilitación, pero el alta "será inminente", ha adelantado José Hinojosa, el doctor responsable del equipo de Neurocirugía del Hospital Sant Joan de Déu, quien ha precisado que se producirá la semana que viene, en cuatro o cinco días aproximadamente.