No todos los países reciben al turista con una sonrisa

Un accidente leve, grave o mortal lo puede tener una persona en cualquier sitio. No hace falta viajar hasta el otro extremo del mundo. Baste recordar que hace pocos meses un perturbado suicida arrolló a varios ciudadanos en plena calle Larios un sábado por la mañana, o que un tornado causó serios daños físicos y personales en el barrio de Nuevo San Andrés. Esta semana se ha conocido la triste noticia del fallecimiento de una joven antequerana tras ser atacada por un elefante en un safari en Zambia, un país, que dicho sea de paso, no figura en la lista negra de destinos del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Como diría el poeta para morir sólo hace falta estar vivo, aunque está claro que en algunos lugares se tienen más papeletas que en otros. Exteriores recomienda, en su página web, directamente no viajar a países como Afganistán, Chad, Irán, Iraq, Islas Comores, Somalia, Congo, Palestina o Yemen. Las causas son varias pero están ligadas todas a la existencia de conflictos bélicos, atentados terroristas, piratería o secuestros exprés, entre otros. "Se desaconseja la vía terrestre para entrar en el país. Muchos de los pasos fronterizos permanecen cerrados y el resto no ofrece garantías de seguridad", afirman en el Ministerio sobre Afganistán. "La zona no reúne condiciones de seguridad debido a la presencia y actividades de grupos de delincuentes comunes vinculados al tráfico de estupefacientes desde el vecino Afganistán; asimismo se han registrado ataques del grupo armado denominado Jundallah Sunni y son frecuentes los enfrentamientos con las fuerzas del orden iraníes", es la recomendación que hacen sobre Irán. Si su deseo es viajar a Somalia será mejor que antes lea lo que le puede ocurrir allí ya que no es muy alentador: "Se recomienda no viajar bajo ningún concepto a Somalia. El nivel de inseguridad del país, los continuos enfrentamientos armados que afectan a distintas regiones, las amenazas dirigidas por grupos insurgentes contra cualquier ciudadano extranjero y la proliferación de los secuestros ponen en grave riesgo a cualquier ciudadano español, incluido el personal humanitario de organizaciones internacionales u organizaciones no gubernamentales, que tenga pensado desplazarse a Somalia".

Éstos son los países marcados en la lista negra, aunque hay otro medio centenar donde el Ministerio recomienda extremar las precauciones, bien por posibles atentados terroristas como por tráfico de drogas, secuestros, catástrofes naturales y, sobre todo, por la posibilidad de coger enfermedades como la gripe H1N1 o la fiebre aftosa. Entre esos países, la lista de recomendaciones se hace interminable en China, México o Tailandia, aunque también hay que tener especial cuidado en Indonesia, India, Etiopía, Pakistán, Camboya, Colombia, Bolivia, Haití e incluso en Marruecos. Los consejos del Ministerio son sólo recomendaciones de carácter informativo. Lo habitual es que no ocurra nada y, de hecho, miles de malagueños viajan cada año a países en los que puede haber un mayor peligro como es el caso de Egipto, Thailandia, China o Emiratos Árabes sin que haya habido que lamentar desgracias.

Joaquín Fernández, responsable de turismo emisor de la Asociación Andaluza de Agencias de Viaje (Aedav), explica que el malagueño "no es miedoso" aunque intenta "no complicarse la vida". "Procuran ir a sitios cómodos y evitar zonas con problemas bélicos o con alto riesgo de terrorismo aunque en general somos arriesgados". No obstante, Fernández precisa que el malagueño "suele tener más miedo a los virus y las epidemias que a los atentados", hasta el punto que, por ejemplo, este año se han reducido notablemente las reservas a México por la gripe porcina. En cualquier caso, Fernández asegura que el turista malagueño "no suele tener problemas a la hora de ponerse vacunas", un paso necesario para viajar, por ejemplo, a países africanos. Sólo para ir de safari a Kenia el Ministerio de Salud recomienda al viajero que se ponga siete vacunas para prevenir enfermedades como la fiebre amarilla, el cólera, la hepatitis o la malaria. Hacer turismo permite conocer mundo, abrirse la mente y es una de las mejores formas para desconectar del día a día. Un accidente se puede tener en la bañera de casa, por lo que no hay por qué cogerle miedo a viajar, aunque, en algunos casos, sí es conveniente tomar unas mínimas precauciones.