La paradoja de los graneles sólidos

El 8 de julio de 2010 el buque de bandera maltesa Dan Support se llevaba del puerto de Málaga una de las dos tolvas ecológicas que un par de años antes, en concreto en agosto de 2008, habían llegado a las instalaciones portuarias malagueñas para trabajar en la descarga de graneles pulverulentos. El 11 de noviembre de 2010, una gran grúa móvil propiedad de la empresa Opemar S.L. (un conjunto de diferentes consignatarios del puerto), marchaba vendida a Bilbao a bordo del buque de cargas especiales Happy Ranger. El pasado viernes, otra grúa móvil, ésta, propiedad de Servimad Málaga S.L., era embarcada en el buque alemán Lone para desde Málaga desplazarse a la terminal de graneles del puerto malayo de Bintulu. Ante este panorama; el cual, ha llevado a que en el transcurso de un año, tres importantes elementos destinados a operativas con graneles dejen las instalaciones portuarias, sobra decir que el tráfico de carga sólida en el puerto de Málaga no pasa por sus mejores momentos.

Pero, paradójicamente, lo más curioso es que las cifras de toneladas movidas en el primer semestre de este año, son, a pesar de que dos de los más importantes grupos empresariales del sector portuario malagueño hayan decidido desprenderse de parte de su maquinaria, muy superiores a las que se obtenían en los primeros seis meses de 2010.

Entre enero y junio del pasado año, el puerto movilizaba (entre carga y descarga), 377.420 toneladas de graneles sólidos, una cifra que en el mismo periodo de tiempo, este año, alcanza 461.237 toneladas; unos números que suponen un incremento del 22% con respecto al pasado año 2010. Ante esta situación, varios expertos consultados por este periódico califican de "triste pero muy acertada" la decisión por la cual estas empresas portuarias han vendido su tolva y grúas móviles, para así, poder afrontar de una forma más desahogada el futuro a corto y medio plazo de la carga a granel en el puerto malagueño.