Un paso al frente ante la crisis

Dos empresas malagueñas, Sogecam y Novasol, han realizado fuertes inversiones en plena tormenta y han conseguido aumentar su plantilla, su mercado y sus ventas

Un paso al frente ante la crisis
Ángel Recio / Málaga

11 de marzo 2012 - 01:00

En la peor crisis económica que se recuerda en décadas los empresarios tienen tres opciones: replegar velas, lamentarse por todo y despedir a parte de la plantilla; cerrar la compañía y esperar que vengan tiempos mejores; o echarle valor e invertir más que nunca en defensa de una idea que, a priori, puede ser exitosa. Ésta última sería la deseable, pero son pocos los que se atreven a hacerlo. Sin embargo, basta con rebuscar un poco para encontrar casos de auténtico mérito empresarial en la misma Málaga.

Uno de ellos lo protagonizan César Pérez y Fernando Ibáñez, los dueños de la firma electrónica Sogecam, ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Su historia podría ser digna de estudio en la facultad de Empresariales. Nació hace siete años y siempre ha estado especializada en el diseño, ensamble y fabricación de productos electrónicos. Tienen tres áreas de negocio. La primera está dedicada a la fabricación de teléfonos públicos de monedas que venden en España, Argentina, Perú, Chile o Brasil. En segundo lugar, hacen proyectos a medida para clientes y, en este sentido, fabrican, por ejemplo, equipos de control para una multinacional de cafeteras o aerogeneradores eólicos.

El negocio iba bien pero han decidido apostar por el mundo de la energía mediante la creación de luminarias de bajo consumo para farolas públicas o cargadores de coches eléctricos. Pero la joya de la corona van a ser los contadores inteligentes, cuya instalación será obligatoria en todas las casas españolas en 2018. Se estima que las compañías eléctricas van a colocar 27 millones de contadores en ese periodo y, por tanto, el mercado es amplio. Sogecam se ha volcado ahora en este nicho de mercado y se ha convertido, según Pérez, "en la única empresa española que ha diseñado el software, el hardware y fabrica el producto sin subcontratar a nadie, realizando el proceso completo". Empezaron a fabricar los primeros contadores hace seis meses, ya se los comercializan a Iberdrola o Gas Natural y prevén desarrollar 380.000 aparatos este año, aunque su factoría tiene capacidad para hacer entre tres y cuatro millones de contadores.

Esto no se consigue de la noche a la mañana. Los dos socios han tenido que arriesgar todo su patrimonio para llevarlo a cabo. Han invertido en plena crisis, de su propio bolsillo porque los bancos no les daban créditos, 19 millones de euros de los cuales 14 millones se han ido a la compra de maquinaria para la fabricación de contadores y otros cinco millones para hacer un departamento potente de I+D.

El cambio en la estrategia ha sido radical. Han pasado de una plantilla de 120 empleados con solo dos ingenieros (el resto era mano de obra) a tener 50 trabajadores de los cuales 39 son ingenieros. "Para ser competitivos y poder fabricar en Málaga hemos tenido que apostar por la innovación, un diseño propio y automatizar lo máximo posible el proceso para reducir la mano de obra", explica Pérez. En 2011 facturaron 10 millones de euros. En 2012 esperan alcanzar 25 millones de euros. Pero no se quedan ahí. Prevén invertir otros 4 millones de euros en I+D y 12 millones en una nueva fábrica en el PTA.

La familia Jiménez del Paso es otro ejemplo de superación empresarial en tiempos de crisis. Son los propietarios de Novasol, una firma especializada en el diseño, fabricación, distribución e instalación de paneles solares térmicos, es decir, los utilizados para calentar agua.

La compañía es gestionada por tres hermanos -José Antonio, Víctor y Belén- aunque la que más ha apostado por la idea ha sido su madre, que no dudó en hipotecar su vivienda y la de algunos familiares para que sus hijos pudieran sacar el proyecto adelante. Ese tesón ha tenido su recompensa hasta el punto de que Novasol está superando la crisis con nota, ha alcanzado una cuota de mercado del 15% en España y ya exporta sus paneles a Portugal, Francia, Marruecos, Uruguay, Chile, Cuba, México, Costa Rica, Gran Bretaña o Italia.

Esta compañía, como Sogecam, ha decidido sortear las dificultades a base de inversiones. El Código Técnico de Edificación aprobado en 2007 obligaba a todas las constructoras a incluir sistemas solares de calentamiento de agua en la promoción de viviendas. "Se estimaba una gran demanda en España y que se iban a instalar millones de metros cuadrados de paneles. No iba a haber suficientes fábricas para todo eso", recuerda José Antonio Jiménez del Paso, uno de los dueños. Numerosas empresas surgieron como setas pero fue tan rápida su creación como su desaparición, ya que el sector inmobiliario empezó a caer en picado y las viviendas levantadas antes de 2007 no tenían esa obligación.

Esta empresa malagueña, lejos de asustarse, se agarró a los incentivos que daba la Junta de Andalucía a los clientes y desplegó una amplia labor comercial para glosar los beneficios de este tipo de instalaciones. Cambiaron su método de fabricación, de una forma artesanal a otra industrial, se instalaron en una nueva nave en el polígono Guadalhorce y pasaron de tener 12 empleados en 2008 a los 100 con los que cuentan ahora.

Han dado un paso más al frente y en junio abrieron una fábrica de 3.000 metros cuadrados en Villanueva del Trabuco en la que han invertido seis millones de euros y que prevén inaugurar oficialmente este verano. La factoría está totalmente robotizada, tiene una capacidad de producción de 800 metros cuadrados de paneles diarios y, según Jiménez, "en Europa solo hay otras tres fábricas similares a la nuestra en Alemania, Austria y Grecia".

Trabajan como Novasol pero también se han lanzado a fabricar con marca blanca para otras empresas. "Eso nos permite llegar a más mercados y estar en todos los sitios", indica este joven empresario cuya firma ya factura 15 millones de euros.

Los propietarios de Sogecam y Novasol son dos claros ejemplos de que, aún en el peor momento económico de la provincia en este siglo, se pueden realizar fuertes inversiones, elevar la plantilla y las ventas. Otros lo han intentado pero, lamentablemente, no han podido. Hay que tener empuje y, sobre todo, un buen producto. Pérez explica que invertirán varios millones de euros en los próximos años solo en estudiar el mercado de los productos inteligentes, sin tener una repercusión directa en las ventas. "Es solo conocimiento pero eso nos permitirá estar en una posición dominante en los próximos años respecto a la competencia", afirma. Ese es el único camino posible para hacer frente a China y otros mercados más baratos.

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