Economía

Los trabajadores (indignados) del ocio nocturno en Málaga dan la cara

  • Un centenar de propietarios y empleados de bares de copas y discotecas de Málaga se concentran en el Ayuntamiento para protestar contra el cierre por el coronavirus

Un momento de la protesta de empleados del ocio nocturno en Málaga este martes.

Un momento de la protesta de empleados del ocio nocturno en Málaga este martes. / Alvaro Cabrera (Málaga)

El cierre de los bares de copas y las discotecas lleva aparejado que muchas personas se queden sin empleo, desde el propietario del local que tiene que hacer todo tipo de cábalas para intentar salvar su negocio hasta el camarero, el relaciones públicas, el personal de seguridad, limpieza o los suministradores de bebidas. Todo es una cadena y en torno a un centenar de dueños y empleados de estos establecimientos se han concentrado este martes en la puerta del Ayuntamiento de Málaga para protestar contra una medida que consideran injusta.

Bajo el lema Queremos trabajar, el ocio nocturno no es el culpable mostraron su rechazo al cierre decretado en todo el país y recibieron palabras de apoyo del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que había bajado a la misma hora a la escalinata del Consistorio para realizar un minuto de silencio por la última víctima de violencia de género. De la Torre no tiene competencia en esta materia, ya que ha sido una decisión del Gobierno central en alianza con las comunidades autónomas, pero atendió pacientemente a los afectados, quienes le pidieron al regidor que fuera su “voz” de cara al resto de las Administraciones.

Entre los asistentes a este acto, que había sido convocado de manera informal entre profesionales del sector, reinaban la incertidumbre, la resignación y el enfado a partes iguales porque sus establecimientos han tenido que ser clausurados de nuevo prácticamente de la noche a la mañana -se hizo efectivo el domingo- después de que algunos locales apenas llevaran abiertos al público un mes y medio. A otros negocios ni siquiera les ha dado tiempo a abrir al estar haciendo reformas o esperando tiempos mejores en la lucha contra el coronavirus.

Francisco de la Torre conversa con empleados del ocio nocturno en Málaga. Francisco de la Torre conversa con empleados del ocio nocturno en Málaga.

Francisco de la Torre conversa con empleados del ocio nocturno en Málaga. / Alvaro Cabrera (Málaga)

Estamos siendo la cabeza de turco. Si, por ejemplo, hay casos positivos de coronavirus en 15 ayuntamientos en España no cierran todos los ayuntamientos del país. ¿Por qué entonces cierran todo el ocio nocturno? Tendrán que cerrar aquellos establecimientos que lo estén haciendo mal y no a todos”, señaló Antonio Luque, un profesional de seguridad en el bar Tenesse, quien recordó que, entre los afectados, también hay jóvenes que trabajan en los bares para poder pagarse sus estudios en la Universidad de Málaga. En su caso concreto, destacó que “yo todavía no sé en qué situación laboral me encuentro porque estaba en el Erte, me reclamaron para trabajar y ahora no trabajo desde el domingo, por lo que no sé si hay otro Erte porque no hay estado de emergencia, si me tienen que despedir y cobrar el desempleo... No lo sé”.

“Ha sido un cierre muy abrupto, de un día para otro, no nos han dicho absolutamente nada y ni siquiera si hay una fecha estimada de reapertura. No hay además ningún tipo de base científica para el cierre de los establecimientos porque en Cataluña, Aragón o Madrid no se ha permitido el ocio nocturno desde el principio y hay más contagios que en Andalucía”, aseguró Leo Tripaldi, propietario del bar Barsovia.

Este profesional ha recalcado que “tenemos las medidas más restrictivas, cogemos los datos de los clientes, le tomamos la temperatura, les acompañamos a sus mesas, no se puede bailar, tenemos un 40% de aforo, tenemos más personal facturando mucho menos y no nos pueden criminalizar y dejarnos desamparados como están haciendo”. “¿Por qué en una discoteca no se puede pedir una copa en la barra y sí se puede pedir una cerveza en la barra de un restaurante? Hemos perdido todo sin ningún tipo de base científica. No tiene ningún sentido, es todo incoherente. Se le está metiendo un miedo a la gente bestial que no corresponde con las medidas que hay”, añadió.

“Hay bares y discotecas que tienen un aforo de 60 personas que se cierran y hay centros comerciales con aforos infinitamente mayores que siguen abiertos pese a tener menos medidas que nosotros”, criticó Darío Garrido, representante del bar de copas Pastrami en la calle Álamos, quien recordó que los bares y discotecas suelen pertenecer a empresas pequeñas y familiares.

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