Los pescadores no recibirán ayudas por la marea roja si no se cierra todo el caladero
Los pescadores de varios puertos de la provincia de Málaga afectados por una toxina, conocida como PSP, que ha obligado a prohibir la captura de moluscos bivalvos no cobrarán ninguna ayuda de la Junta de Andalucía si el cierre del caladero no es total. El problema es que de momento los análisis realizados sólo han dado positivo a la toxina en los caladeros de Fuengirola, Torremolinos, Rincón de la Victoria, Torrox y Nerja, mientras que el resto sigue abierto porque no se ha detectado nada anormal.
Los pescadores del sector marisquero del puerto de Caleta de Vélez ya han anunciado que no descartan iniciar movilizaciones si el problema se alarga mucho en el tiempo y si el Gobierno andaluz no les concede ayudas para paliar las pérdidas que ocasionen este cierre. Unos 45 pescadores se reunieron ayer con el jefe de servicio de Pesca de Málaga, Leandro Jiménez, y con la delegada provincial de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Mónica Bermúdez, a los que expresaron la "indignación" del sector tras este cierre que les obliga a parar su actividad cuando se iba a abrir la veda tras los dos meses que han estado cerrados los caladeros de la chirla y la coquina debido a la parada biológica.
De momento, el cierre afecta a cuatro de las nueve zonas en que se divide el litoral de la provincia, ya que los niveles de la toxina sí permiten pescar en otras franjas del litoral malagueño aunque los barcos de otros puertos no pueden acceder a ellas. El colectivo exigió a la Junta que "busque alguna solución" que les permita trabajar o, en caso de no ser posible, que se articulen medidas para que los afectados puedan percibir ayudas que compensen las pérdidas que se originen por esta nueva parada de su actividad.
Pero la delegada provincial aclaró que ni se pueden reabrir las zonas cerradas hasta que no bajen los niveles de la toxina ni se puede cerrar todo el caladero de la provincia y declarar la marea roja, que abriría la puerta a las ayudas, sin que los niveles superen los parámetros máximos establecidos. "Ha sido una cuestión de salud pública y no hemos tenido más remedio que cerrarlos", aseguró. Por eso, los pescadores han decidido esperar unos días para ver cómo evolucionan los niveles de la toxina, "aunque en caso de que pase una semana y todo siga parado como hasta ahora, nos reuniremos y decidiremos si ponernos en marcha movilizaciones para pedir una solución". Esta toxina es producida por una especie de fitoplancton tóxico que es ingerida por el molusco y situarse en su sistema digestivo, y que puede ocasionar efectos neurológicos letales a quienes la consuman.
No hay comentarios