‘El Pez de Barro’, la ficción histórica sobre los orígenes cristianos de Málaga

Ambientada en la turbulenta Málaga del siglo IV, El Pez de Barro es una novela de ficción histórica escrita a cuatro manos por Ana Medina y Antonio S. Reina, y publicada por la editorial Mensajero. La historia revive los últimos días de la gran persecución contra los cristianos en el Imperio romano a través de las figuras de Ciriaco y Paula, patronos de la ciudad. Su vida y testimonio han sido reconstruidos a partir de las escasas fuentes históricas y del valioso legado arqueológico malagueño para ofrecer un puente al lector que comunica la historia con la fe.

La obra fue presentada el pasado 23 de mayo en el Rectorado de la Universidad de Málaga y volverá a tener una cita con sus lectores este jueves 29, a las 19:30 horas, en la iglesia del Santo Cristo. Ambas presentaciones suponen una oportunidad para que el público conozca de cerca tanto la trama como el proceso creativo de esta obra.

A través de una narrativa que entrelaza amor, fe y compromiso, El Pez de Barro sitúa su acción en los principales enclaves de la Málaga romana: desde el Teatro Romano hasta los yacimientos bajo el Museo Carmen Thyssen, pasando por las piletas de salazón descubiertas en diversas zonas del centro histórico. El propósito de los autores ha sido dotar a Málaga de un protagonismo singular, convirtiendo a la ciudad en un personaje más del relato.

En palabras de los propios autores, “El Pez de Barro es una novela de ficción histórica que intenta acercarse a lo que pudo ser la historia de Ciriaco y Paula”. Medina y Reina subrayan que los escasos datos sobre estos personajes les obligaron a trabajar desde la documentación histórica y arqueológica disponible, para imaginar “cómo pudo ser su vida y la de quienes los acompañaron, en una comunidad cristiana incipiente, en una sociedad que ya mostraba rasgos de transición hacia la Edad Media”.

El simbolismo del título es doble: por un lado, el pez, que en griego era un acrónimo utilizado por los cristianos para identificarse en tiempos de persecución; por otro, el barro, que representa “la fragilidad e imperfección de la fe”, así como la humanidad de quienes son considerados santos. “Un santo no es alguien perfecto, sino una persona de barro, con sus defectos y virtudes, que en un momento dado responde con valentía”, explican.

Aunque la novela está inspirada en dos figuras religiosas, no busca ser una obra de carácter confesional. “No hemos querido hacer una historia de santos al uso, sino una novela histórica que diga algo a cualquier lector, creyente o no creyente”, cuenta Ana Medina destacando el enfoque humano de sus protagonistas.

Otro de los ejes de El Pez de Barro es la relación entre la narrativa y el patrimonio arqueológico malagueño. “Hemos buscado hacer que cada escenario estuviera basado en restos arqueológicos reales. De hecho, al final del libro hemos incluido un mapa para que el lector pueda seguir los pasos de los personajes por las calles de Málaga”, señalan.

La novela también propone una reflexión sobre la identidad malagueña a lo largo de los siglos. “Los malagueños somos una suma de todos los pueblos que han pasado por aquí: fenicios, romanos, árabes, etc., Y eso se nota. Málaga ha sido siempre un puerto abierto a las personas, y en la novela queríamos que se viera esa forma de ser, esa hospitalidad, esa mezcla”, asegura Antonio S. Reina.

Escrita a cuatro manos, la obra se beneficia de las diferentes fortalezas de sus autores. Antonio aporta una base sólida en investigación histórica y arqueológica, mientras que Ana imprime el tono lírico y poético. “A pesar de tener estilos distintos, nos hemos compenetrado muy bien. Ha sido un proceso muy bonito que nos ha hecho crecer tanto como escritores como en nuestra amistad”, comentan.

En definitiva, El Pez de Barro se presenta como una apuesta por narrar la historia desde lo local y lo humano, conectando el pasado con la arqueología que vertebra la historia de una ciudad. Su publicación no solo recupera una parte esencial del imaginario Málaga, sino que "va a ser un texto con el que los malagueños se van a sentir profundamente identificados", concluyen sus autores.