Málaga

Picasso encuentra compañía en La Merced: una escultura denuncia la soledad de los mayores

La estatua obra de la Fundación Harena, en la plaza de la Merced

La estatua obra de la Fundación Harena, en la plaza de la Merced / Javier Albiñana

La Fundación Harena ha sido la encargada de poner fin a la soledad constante que envolvía a la estatua de Picasso de la plaza de la Merced. Y es que el pintor malagueño tiene un nuevo compañero, una escultura  que representa a una persona mayor anónima, como tantas que experimentan en su día a día la falta de compañía, a la espera de una simple conversación o un gesto de afecto.

A pesar del retiro al que parece estar sometido, el artista recibe miles de visitas de turistas al cabo del día, a diferencia de las más de 74.000 personas mayores de 65 años de Málaga y provincia, que se encuentran solas en sus casas y en la vida.

El objetivo que se esconde tras esta campaña de comunicación que la fundación está llevando a cabo en colaboración con Andar digital, es concienciar sobre la soledad de las personas mayores en Málaga, y hacer más visible el programa de actuación y acompañamiento que llevan a cabo: Soledad 0-Vida 10. De esta forma se espera una mayor participación en proyectos de este tipo y que más personas se animen a colaborar y a hacerse voluntarios.

Todo ello a través de lo que Mamen Sendra, del área de proyectos y eventos de la fundación, ha denominado como "un símil a través del cual se pretende reflejar la gran cantidad de mayores que se encuentran al final de su vida sin compañía, sin recibir ninguna visita". Sendra ha explicado que se ha aprovechado el Festival de Cine para dar "el pistoletazo de salida" a esta iniciativa, al ser una de las épocas del año en las que "la ciudad está más concurrida".

Sendra además ha recalcado que son justo "estos momentos de celebración como el festival" en los que "las calles están a rebosar de gente y todo el mundo se encuentra en compañía de alguien", los que hacen que "se acentúe aún más esa sensación de soledad, y los mayores se ven aun más necesitados de compañía".

Su elaboración ha sido posible gracias a la participación de dos artistas: José María Serrano Carriel, el escultor de la figura, y Daniel Marazuela Prada, el responsable de crear el banco. La idea ha sido conseguir proyectar una imagen genérica, de forma que no se representara a nadie en concreto y cualquiera pudiera ver reflejado en la estatua a un familiar o conocido.

El programa de acompañamiento de la fundación tiene un plan de voluntariado que se divide en cuatro líneas diferentes. La primera se enfoca en el acompañamiento domiciliario, que consiste en dos horas a la semana. Durante ese tiempo, los participantes simplemente se dedican a pasar tiempo con los mayores, sin ofrecer ningún tipo de cuidado especializado, ya que se trata de personas sin preparación que regalan dos horas de su tiempo para contribuir a la causa.

La segunda línea de acción es el acompañamiento telefónico y está pensado para aquellos que quieran prestar su tiempo, pero no puedan hacerlo de forma presencial. Sendra ha aclarado que "no solo es importante la compañía, a veces los mayores se pasan semanas sin hablar con nadie, y simplemente necesitan alguien con quien mantener una conversación".

La tercera línea de acción se centra en el acompañamiento en residencia de mayores, mientras que la cuarta está orientada al acompañamiento hospitalario. Este último enfoque de la iniciativa está orientado a mejorar la calidad de vida de los pacientes ingresados que no reciben visitas de ningún tipo. Se trata de casos en los que la soledad no solo les afecta a nivel emocional, sino que se convierte en un factor que dificulta su recuperación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios