Las plumas y los puntales del ‘Noran’

Hoy les reseñaré una curiosidad que ya no suele verse en los barcos de carga; unos elementos totalmente en desuso que hace tan solo unos días mostró un buque llegado al puerto de Málaga. Procedente de la localidad turca de Gelibolu y con destino a Estambul, el Noran, atracado en el muelle número siete efectuó una descarga de granel sólido mientras en su popa mostraba la exótica bandera del archipiélago antillano de San Cristóbal y Nieves.

Con una eslora de 100 metros y clasificado como un buque dedicado a la carga seca, nuestro protagonista de hoy que fue construido en los astilleros japoneses Higaki en 1997, en su ya larga biografía, ha navegado con cinco nombres diferentes y varias banderas distintas. Pero con independencia de estos datos mencionados y otros que conforman el amplio historial de este veterano, lo verdaderamente significativo del Noran se centra en su peculiar sistema de carga y descarga; unos elementos muy usados en el pasado, y que ya, ningún buque de carga de nueva construcción lleva instalados.

Sobre cuatro grandes puntales o mástiles colocados verticalmente sobre la cubierta del barco, el Noran lleva instaladas cuatro plumas o brazos de grúa que, fijados a la base de estos puntales con un sistema de giro, posibilita por medio de unos cables la realización de las operaciones de carga y descarga sobre las bodegas del barco.

Y aunque a primera vista este sistema parece muy simple, la complicación aparece cuando los cables que mueven las plumas de carga se ponen en funcionamiento; un mecanismo que, accionado por un complejo sistema de polipastos requiere una especial atención por parte de los tripulantes que realizan los movimientos de las cargas. Mantenida en uso esta anacrónica estructura que, algo simplificada, se basa en la misma que llevaban los buques norteamericanos de las clases Liberty y Victory durante los años de la segunda guerra mundial, el sistema que se ha podido ver en el puerto de Málaga a bordo del Noran es, sin lugar a dudas toda una curiosidad.

Una rareza; un sistema de otra época que no se veía en las aguas malagueñas desde noviembre de 2005, fecha en la que el buque tailandés Chada Naree atracó en el muelle número siete.