Málaga

Uno de los policías que auxilió a una bebé de 8 meses: “La niña estaba azul, me temblaron las piernas, pero la salvamos”

Juan Campos.

Juan Campos.

“¿Que si me temblaron las piernas? Claro que me temblaron las piernas, pero mantuve la compostura y la sangre fría. Por dentro estaba hecho un manojo de nervios, pero la salvamos. El mérito fue de todo el equipo”. Es el relato de Juan Campos, el policía local de Málaga que le hizo la maniobra de Heimlich a una bebé de ocho meses atragantada con un trozo de plástico, gracias a la que volvió a respirar.

“Cuando la cogí estaba azul porque le faltaba oxígeno”, explicó este agente que lleva más de 20 años en la Policía Local. “Fue mérito de todos. Estamos felices porque le hemos salvado la vida a un bebé”, comentaba. Todo ocurrió sobre las 11:15 del jueves en la calle Ebro, en la barriada de La Palma. Sobre esa hora, una mujer telefoneó al 092 alertando de que la hija de su vecina no podía respirar. Al lugar se desplazaron tres unidades.

Cuando llegó Juan, la madre ya había bajado al portal y otro compañero tenía al bebé en brazos para correr hacia el hospital. “Les pregunté si ya le habían hecho la maniobra de Heimlich (la que se realiza para que se expulse un objeto que alguien se ha tragado). Me dijeron que no. La vi azul y pensé que si salíamos al hospital, no llegábamos porque la cría no respiraba”, relata.

La menor está en la UCI del Materno y evoluciona de manera favorable

Así que se la quitó de las manos al compañero y procedió. Sabía cómo hacerlo. Porque a los bebés no se les puede realizar la típica toma desde detrás que se ve en las películas, sino que debe actuarse de otra manera. Y lo hizo como está marcado. Tras unos momentos de angustia para policías, vecinos y la madre, lograron desobstruir las vías respiratorias.

“Soltó una mezcla de moco, leche y baba y empezó a respirar, toser y llorar”, recuerda Juan. Luego volvió a repetir la maniobra. En cuanto vieron que iba recuperando el color normal, no lo dudaron. No había tiempo para llamar ambulancias. Se montaron en la patrulla junto con la madre y partieron con celeridad hacia el Materno. La niña fue atendida en Urgencias y llevada de inmediato a quirófano para extraerle por aspiración el objeto que se había tragado.

No era la primera vez que Juan intentaba ayudar a un niño en apuros. Hace muchos años, hizo una actuación similar a un crío de unos ocho años que se había tragado una avellana. “En aquella ocasión, la expulsó y no fue necesario llevarlo al hospital”, recuerda. Esta vez sí. La bebé ya está bien, aunque permanece en la UCI del Materno.

Y finaliza su relato de un día que no olvidará:“Llegamos al hospital con la adrenalina a tope. La doctora nos dijo que le habíamos salvado la vida. Todos estamos muy felices de haberle podido ayudar”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios