El precio de la verdura sube un 120% sin que repercuta entre los agricultores
El mal tiempo de los últimos meses ha provocado una carestía de productos agrícolas sin precedentes en parte de Europa
Un 120% de media ha subido en el último mes el precio de productos tan presentes en la cesta de la compra como la berenjena, el calabacín, el pimiento o el tomate. El mal tiempo que ha afectado a las cosechas de importantes zonas de producción, como Huelva o Almería, y también de otros países europeos, como Turquía, Francia o Italia, ha provocado una escalada de precios sin precedentes que ha repercutido de forma acusada en el bolsillo del consumidor y no tanto de los productores.
Las organizaciones agrarias coinciden en que han sido los intermediarios y las grandes cadenas de supermercados los más beneficiados por esta situación provocada por la ley de la oferta y la demanda. El secretario general de la patronal agraria Asaja en Málaga, Benjamín Faulí, explicó que "obviamente los agricultores también lo han notado de forma positiva, no vamos a ser tan pesimistas", pero no proporcionalmente a cómo percibe el usuario de los precios de estos productos. Es decir, el agricultor ha recibido entre un 40 y un 60% más por sus productos en esta últimas semanas, mientras que en los supermercados ha llegado al doble en algunos casos.
Uno de los casos más llamativos ha sido el del calabacín y, mientras que en origen se está pagando en torno a 1,15 euros el kilo, en el mercado alcanza hasta cuatro euros el kilo. Lo mismo ocurre con la berenjena y el pimiento verde cuyo precio en los supermercados ronda los 3,5 euros el kilo, cuando el agricultor los cobra a 1,7 y 1,5 euros el kilo, respectivamente, según los datos de UPA.
Y eso, según aseguró el secretario general de UPA en Málaga, Francisco Moscoso, "no es bueno ni para el agricultor ni para el consumidor porque no puede pagar esos precios para adquirir unos productos que son de primera necesidad".
Las organizaciones agrarias calculan que aún tendrán que pasar entre 15 y 20 días para que los precios se vuelvan a estabilizar y bajen a valores normales, una vez que dé tiempo a que las cosechas comiencen a dar de nuevo resultados tras el duro revés que han sufrido como consecuencia de la ola de frío que ha azotado a gran parte de Europa. El sur de España se ha quedado prácticamente sólo como productor en estas últimas semanas pero sin capacidad para absorber la demanda del resto del continente. De hecho, se estima que, además de los daños que se han producido en algunos invernaderos de Almería y Huelva, las bajas temperaturas registradas han ralentizado las producciones haciendo que las cosechas disminuyan hasta un 30%.
Según Faulí, esta situación ha provocado "una carestía tan gran de productos agrícolas en los mercados europeos que no recuerdo que se haya producido antes", e insistió en que lo positivo para todos es que "los precios se mantengan estables y haya un margen lógico".
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