En primera línea de batalla para hacer frente a la crisis
Los trabajadores sociales son una pieza clave para atender a las familias en paro que empiezan a rozar la pobreza · Más de 39.000 personas han sido atendidas
Están siempre en primera línea de batalla de la realidad social y en los tiempos que corren se convierten, más si cabe, en una pieza clave entre los que buscan la ayuda desesperada para afrontar una dura cuesta arriba y los recursos que la administración ofrece para aliviar esa situación. La crisis ha agudizado la pobreza de los que tenían menos y ha ido entrando poco a poco en los hogares de los que nunca hubieran imaginado verse en una igual, y los trabajadores sociales de los servicios comunitarios son para muchos la tabla de salvación que no quieren soltar.
Mónica Tabares es una de los trabajadores sociales del Centro de Servicios Comunitarios de Cruz de Humilladero que impregnan cada día de esperanza la vida de aquellos a los que la crisis les ha golpeado con toda su fuerza. En tan sólo dos años ha visto cómo el perfil de las familias a las que ayuda ha ido cambiando hacia "las que a pesar de vivir en un entorno normalizado no tienen para cubrir sus necesidades básicas". El paro es la carta de presentación de la mayoría de estas personas que cada vez recurren con más frecuencia a los servicios sociales. Unos 14.500 expedientes nuevos cada año reciben cada años los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga y ya son más de 39.000 las personas atendidas.
"Nuestra labor", dijo, "es la de mediar y hacerlos conscientes de que realmente necesitan esa intervención para normalizar su situación". El problema es que no siempre resulta tan fácil y, aunque cada vez son más las familias que acuden por su propia voluntad para pedir ayuda y hacer frente a la crisis, "todavía les cuesta ver a veces que esto es un servicio básico cuando van al médico porque les duele algo o van al colegio para pedir una plaza para sus hijos".
La situación económica y social actual de tantas familias malagueñas fue el epicentro sobre el que giró las jornadas sobre Los servicios sociales municipales en la lucha contra la pobreza y la exclusión social en la que esta ayuda cobra más fuerza que nunca. Y más, según explicó la profesora de Psicología Social de la Universidad de Málaga Pilar Moreno, cuando la pobreza no sólo conlleva problemas económicos y sociales "sino también problemas de salud como la ansiedad por una baja autoestima y el estrés que genera el miedo a ser mal evaluado por la sociedad". Para Manuel Montalbán, presidente del Colegio Oficial de Diplomados de Trabajo Social de Málaga, es un buen momento para cambiar estos estigmas "porque cualquiera se puede ver en una situación igual".
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