El principal testaferro de Roca se presenta como un 'mileurista'

Óscar Benavente, administrador fiduciario del supuesto cerebro de Malaya dice que sólo cobraba 900 euros en metálico por gestionar temas menores y ocuparse de la yeguada

Benavente, durante su declaración de ayer.
Encarna Maldonado / Málaga

22 de marzo 2011 - 01:00

La Fiscalía Anticorrupción señala que Óscar Benavente fue uno de los principales testaferros de Juan Antonio Roca, el supuesto cerebro de la trama de corrupción de Marbella que se juzga en el caso Malaya. Según el fiscal, Benavente era administrador fiduciario, entre otras, de Gracia y Noguera y Hermanos Rituerto, sociedades de Roca encargadas de suministrar al resto de sus negocios fondos presumiblemente obtenidos con manejos oscuros en el urbanismo local. También figuraba como titular de Marqués de Velilla, la yeguada de caballos pura raza española que Roca tiene en la fastuosa finca La Caridad de San Pedro Alcántara. Sin embargo, Benavente se presentó ayer ante el tribunal del caso Malaya como un mísero mileurista que conoció a Roca cuando trabajaba en Madrid para el promotor Carlos Sánchez, también procesado, se hicieron amigos y a comienzos de 1996 le siguió hasta Marbella para atender sus asuntos porque el trabajo en el Ayuntamiento no le dejaba tiempo disponible.

Roca, de acuerdo con su relato, le pagaba 900 euros al mes en metálico y él debía ocuparse de las obras que realizaba en su casa y en las instalaciones ganaderas, de llevar a sus hijos al colegio y "ayudar un poco" a su mujer. "Cosas muy normales y corrientes", resumió. Después su responsabilidad fue a más y se hizo cargo también del negocio de los caballos y de la construcción de cuatro chalés en Baleares, pero poca actividad real más, porque su relación con las empresas era sólo formal. El supuesto testaferro de Roca reconoció que aún cuando figurara como administrador de las sociedades del ex asesor de urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, su misión no iba más allá de acudir a firmar a una notaría o de firmar un cheque cuando le indicaban. Y puntualizó que su papel de fiduciario, además, había sido regulado en un documento privado.

El fiscal sostiene que Hermanos Rituerto y, sobre todo, Gracia y Noguera alimentaban de liquidez los negocios de Roca a través de inyecciones de dinero, muchas veces en metálico, que adoptaban la forma de préstamos. Óscar Benavente se sacudió cualquier responsabilidad al respecto: "Cuando Juan Antonio me decía fuera a Madrid, cogía un avión por la mañana, firmaba en cinco o diez minutos sin ni siquiera leer los documentos y volvía. Yo tenía mucho trabajo con los caballos y los obreros y no sabía nada de la gestión de las sociedades"

Benavente se mantuvo imperturbable ante los lances del fiscal Anticorrupción Juan Carlos López Caballero, por ejemplo cuando le recordó que en una ocasión ingresó en una cuenta suya 70 millones de pesetas que después fueron a parar a sociedades de Roca. El acusado respondió con absoluta normalidad que esto ocurrió aún antes de que comenzara a trabajar para el ex asesor de urbanismo de Marbella y que se trataba de un mero favor. Supuestamente Juan Antonio Roca le había pedido que ingresara el dinero a su nombre porque tenía que hacer unos pagos en Madrid y no tenía tiempo para desplazarse.

Óscar Benavente está acusado en el caso Malaya de los presuntos delitos de blanqueo de capitales y falsedad documental por los que el Ministerio Público le reclaman seis años de prisión y multas por valor de 100 millones de euros. El Juicio continúa hoy con la declaración de Montserrat Corulla, la responsable de los negocios hoteleros de Roca.

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