Por si quedaba alguna duda, Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, se queda solo en su oposición a que el Metro llegue en superficie hasta el entorno del Hospital Civil. Una soledad, bien es cierto, que combate con el apoyo de los colectivos vecinales y plataformas contrarias a la propuesta planteada por la Junta de Andalucía para prolongar el ramal procedente de Carretera de Cádiz, pero no de los socios privados en el suburbano. El presidente de Metro Málaga, Javier Pérez Fortea, disipó ayer cualquier duda respecto a la posición de las empresas encargadas de la explotación comercial: "No me cabe la menor duda de que la solución es que el Metro llegue al Civil; la concesionaria está convencida de que es la solución ideal".

Con estas palabras, el máximo responsable de Metro Málaga rompió el silencio mantenido hasta la fecha por los actores privados, que, junto a la Administración regional y al Ayuntamiento, trazaron a finales del año 2013 la hoja de ruta que ha de culminar, previsiblemente, a mediados de 2018 en la Alameda Principal, bajo tierra, y la calle Blas de Lezo, en superficie. En el marco de una jornada técnica organizada a la par por la Consejería de Fomento y Metro Málaga, bajo el título Metro Málaga, un proyecto de ciudad, Pérez Fortea fue contundente al aseverar la necesidad de completar la red conforme a lo previsto. "Lucharemos para que se haga en el tiempo más corto posible porque no tiene sentido que la inversión hecha, que es del 80%, solo pueda ser usada por el 30% de los viajeros", apostilló.

Durante su intervención, ante la posibilidad puesta sobre la mesa semanas atrás por De la Torre de sustituir el tramo al Civil por la llegada al PTA, el también consejero delegado de Globalvia fue claro al señalar que no es planteable, destacando que la solución ahora analizada "es la adecuada". Pérez Fortea, en consonancia con lo expuesto por el gerente de Metro de Málaga, Miguel Ángel García Cañizares, apuntó al Cercanías como la apuesta más clara para responder a las necesidades de la tecnópolis. "El Metro tiene un plan, una misión, que es acabar en 21 millones de viajeros anuales; hoy por hoy, el servicio al PTA pasa por un Cercanías", ratificó.

Junto al presidente de la concesionaria y al responsable de la Agencia de Obra Pública de Andalucía estuvieron sentados los secretarios generales de CCOO y UGT, Antonio Herrera y Auxiliadora Jiménez, respectivamente; el presidente de Ruedas Redondas, Alonso González, y la presidenta de la Asociación de Vecinos de Bailén-Miraflores, Maribel Bueno. Ésta pidió que se tenga en cuenta la opinión de los vecinos en este asunto, subrayando que la negativa no es al Metro, "sino al tranvía". "Queremos que llegue soterrado", apostilló, al considerar que ni Eugenio Gross ni Blas de Lezo reúnen las condiciones adecuadas para soportar el trazado tranviario.

Antonio Herrera, que denunció que en Málaga se empezase "la casa por el tejado", al abordarse el Metro sin disponer de un plan de movilidad, pidió que los vecinos no estén al margen de este debate, "y decir que no importa, que se pare, porque es algo que nos cuesta dinero a todos". "La realidad se impone, se ha enterrado demasiado dinero público", sostuvo.

La responsable de UGT en Málaga, subrayó el papel del Metro como elemento "vertebrador" de una ciudad que carece de este tipo de actuaciones. Si bien recordó que la apuesta de su sindicato fue por el Metro soterrado, al afectar menos al planeamiento urbanístico de la ciudad, incidió en la necesidad de que exista "lealtad institucional". "No puede ser un proyecto de ciudad si una de las partes se siente atacada", agregó, recordando la necesidad de se garanticen los puestos de trabajo en la Empresa Municipal de Transportes (EMT).

Alonso González se posicionó a favor del tranvía al Civil, oponiendo a aquellos que atacan la idea en que afecta al tráfico privado en la zona, la idea contraria: "Es la idea es ponerlo en superficie para quitar espacio a los coches". Al tiempo, llamó a las administraciones públicas implicadas en esta infraestructura para que estén "juntas" en el desarrollo de la misma.

"No nos vendan la burra; nos movilizaremos", dice la plataforma

El deseo de Metro Málaga de llegar al Civil se topa con la oposición de varios colectivos vecinales, que ayer se hicieron notar en el desarrollo de la mesa redonda con la que se puso fin a la jornada. Al punto de provocar su cierre antes de lo previsto. Fueron varios los momentos del evento en que miembros de la plataforma 'No al tranvía' interrumpieron a los ponentes y denunciaron que no se les hubiese permitido participar directamente como integrantes de la mesa. A modo de argumento, uno de los portavoces cuestionó que se pretenda "gastar el dinero público" en la construcción de un tranvía. "Si a otros vecinos les interesa venir allí, que lo hagan pero no a costa de tener una catenaria a dos metros", afirmó, poniendo de relieve el hecho de que los trenes salgan a la superficie, tras pasar de forma soterrada parte de la calle Hilera, a la calle Santa Elena, "donde hay dos colegios y donde quedarían aceras de metro y medio". "No nos vendan la burra; nos vamos a movilizar, vamos a salir a la calle", anunció este representante ante la previsión de que la Junta siga adelante con sus planes.