Mientras las máquinas siguen trabajando en el suelo de Torre del Río, donde Metrovacesa, junto a Sierra Blanca, avanza en la ejecución de la primera de las tres torres de 22 plantas diseñadas por Carlos Lamela, sus vecinos de parcela en la que se instaló hace algunas décadas la antigua central térmica siguen a la espera de completar todo el proceso administrativo previo al arranque de las obras. Con todo, fuentes cercanas a la operación confirmaron a este periódico que la previsión es que para octubre o noviembre se haya completado el camino burocrático y pueda darse el inicio a los trabajos de urbanización del sector.

La puesta en carga de La Térmica posibilitará la transformación plena de la parte final del litoral oeste de la capital de la Costa del Sol. Espacio que, conforme a las previsiones de los expertos, se convertirá en el gran aliciente inmobiliario de la ciudad para los próximos años. Asumida la dificultad de operar en las condiciones actuales, en las que los procedimientos parecen dilatados por el coronavirus, las empresas privadas que poseen casi la mitad de los aprovechamientos de la finca (la otra parte es propiedad del Ayuntamiento), admiten cierta demora en los planes inicialmente manejados.

Al proceso de urbanización de los terrenos, suman la pretensión de poder acometer el primero de los edificios residenciales programados a lo largo del segundo trimestre de 2021. En concreto, la primera pieza en este particular puzle será la de la R-5, un inmueble de planta baja más 16 alturas con capacidad para 282 viviendas de renta libre (el total de viviendas de este tipo en el sector se de 597).

Los parámetros del proyecto impulsado por el fondo de inversión Ginkgo, que lleva la firma del arquitecto francés Francois Leclerq, se configuran a modo de islas separadas que tratan de replicar el delta del Guadalhorce. Pero aunque se huye del concepto de torres, sí habrá edificios altos en la parcela, compitiendo con la protegida chimenea de la Térmica.

Al edificio residencial ya apuntado hay que sumar otro incluso superior en vertical, con 19 plantas, en el que se recogerá el techo hotelero contemplado para este espacio, con capacidad para 230 habitaciones. Por otro lado, hay otras 273 viviendas de protección oficial (VPO) que estarán repartidas en dos edificios de planta baja más 8. Otros dos edificios de baja más 9 estarán destinados a los usos comercial (4.600 metros cuadrados de techo) y oficinas (10.125 metros). La ejecución material de todos estos inmueble se estima en unos 226 millones.

Otra cifra que enmarca la dimensión de esta actuación es el proyecto de urbanización de los casi 116.000 metros cuadrados de la finca. Según los estudios incluidos en el Plan Especial de Reforma Interior (Peri), que está en fase de tramitación, la ejecución de esta fase se valora en casi 23 millones de euros. Una cuantía que incluye, como conceptos más destacados, el traslado de la subestación San Sebastián, emplazada en la parcela, a una nueva ubicación, con un coste estimado de 5 millones euros.

A esto hay que agregar otros 396.707 euros del desvío de las líneas eléctricas de suministro; 200.000 euros para el traslado de un chiringuito para dar continuidad al paseo marítimo; 1,4 millones para la construcción de un aparcamiento público subterráneo con capacidad para 143 plazas, y otros 626.250 euros para adecuar el espigón con el objetivo de hacerlo accesible para los vecinos.

Para responder a las necesidades de estacionamiento de los futuros desarrollos, que darán cabida a unas 2.000 personas, se contempla la reserva de 3.353 plazas de aparcamiento. De ellas, la gran mayoría tienen la consideración de privados, con 2.772 plazas, mientras que las restantes 581 serán públicas. La mayoría de éstas estarán situadas en superficie, en el viario de la zona, destacando la calle Pacífico, con una asignación de 147 estacionamientos.

La venta de todos los activos inmobiliarios programados tiene un valor superior a los 311 millones de euros. Así consta en la documentación recogida en el Plan Especial de Reforma Interior (Peri) impulsado por Nueva Marina Real Estate, promotor privado integrado por el fondo de inversión Ginkgo y Espacio Medina. ores