Los promotores de la torre del puerto insinúan que Europa pagaría el parque que les sirve de 'llave' para el Consejo de Ministros

El pasado mes de febrero, los promotores de la torre del puerto ya presentaron el rascacielos entre brumas o en ángulos alejados o muy difíciles de diferenciar edificio alguno. Lo importante, decían al hablar de un edificio de 144 metros, estaba en el proyecto horizontal: un paseo de 1,3 kilómetros entre la Farola y el futuro hotel. Prometían carriles bici, árboles, lugares para pasear y grandes plazas. La narrativa estaba hecha, si el proyecto necesita justificar el interés general para que el Consejo de Ministros permita algo prohibido por ley (construir un hotel en suelo portuario), se haría por el aporte a la ciudad de ese espacio.

En la segunda cita para presentar, ya completa, la torre de David Chipperfield (premio Pritzker de arquitectura), no ha sido menos. El centro del discurso ha vuelto a estar en el paseo hasta llegar al Dique de Levante. Un paseo, además, que Jordi Ferrer, CEO de Andalusian Hospitality, la promotora que ganó el concurso, ha insinuado que podrían financiar fondos europeos o las administraciones.

Ferrer ha insistido en la horizontalidad del proyecto, al igual que el director del equipo de Chipperfield en España. A la vez que ha señalado que no es un "proyecto especulativo" y que, si bien tendrá beneficios para el promotor, ve más para la urbe, "devuelve el mar a la ciudad", ha indicado.

La propuesta del paseo, aseguran, parte de un estudio detallado de movilidad rodada y peatonal en el ámbito del Morro. Este análisis, afirman, ha permitido definir alternativas que priorizan al peatón, garantizando recorridos seguros, accesibles y abiertos al mar.

Continúan afirmando que la reorganización de la movilidad permite liberar espacio para el peatón, pacificar el tráfico rodado e incorporar un carril bici continuo y nuevas plazas-mirador que "favorecen la relación entre la ciudad y el mar". En el mismo no justifican cómo esto va a convivir con el tráfico que genera un hotel de 382 habitaciones, varios restaurantes y un espacio congresual de 2.500 metros cuadrados y espacio para 2.000 personas en salas diferentes.

En total, dicen, la intervención abarca aproximadamente 54.000 metros cuadrados en horizontal. De ellos, son 29.000 metros los que corresponden al Paseo de Levante y otros 25.000 los que proceden de la creación de nuevas plazas en torno al hotel.

Sobre las especies, desde los promotores aseguran que serán autóctonas y aptas a las exigencias climáticas que acompañan al ciudadano hacia la plaza del puerto. El paseo se eleva sobre el malecón, que camina independiente al tráfico rodado. Añaden que se han estudiado diferentes alternativas para el uso y disfrute de los ciudadanos, con un carril bici que conectará los nuevos usos con el centro de la ciudad y la zona este.