Los pros y contras de vivir o visitar el Centro
Una encuesta promovida por el Omau entre residentes, comerciantes, trabajadores y visitantes del casco antiguo valoran la transformación en 20 años
Quedan muchas cosas por hacer y mejorar. Pero la percepción que los residentes, comerciantes, trabajadores y visitantes tienen del Centro histórico en general no es del todo mala. Todos valoran positivamente la transformación que ha sufrido el casco antiguo, la zona de Arrabales y el Ensanche Heredia-nuevo Soho- en los últimos 20 años, pero son los residentes los que más inconvenientes señalan. El ruido, la limpieza y la seguridad son los peores valorados por estos y, aunque todos los colectivos, destacan lo mucho que se ha mejorado en equipamientos, zonas para pasear y oferta turística y de ocio la mayoría prefieren ir únicamente de visita.
Son algunas de las conclusiones de la campaña de encuestas promovida por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (Omau) para conocer la opinión de unas 1.600 personas (400 de cada perfil) sobre las actuaciones realizadas en los últimos 20 años para la recuperación del corazón histórico de la ciudad.
La iniciativa, incluida en el marco del proyecto Iniciativa Urbana financiada al 80% por la Unión Europea, pretendía medir si las intervenciones que se han llevado a cabo en este tiempo han permitido realmente el cambio de imagen y la activación de los recursos económicos y turísticos de los que carecía la ciudad, así como la consecución de un centro histórico más inclusivo desde el punto de vista social.
Y parece que se ha conseguido, al menos, según la valoración general. La peatonalización que han experimentado muchas de las calles del casco antiguo es, por unanimidad, el cambio más destacado en todos estos años y que lo han convertido en "una zona agradable como punto de encuentro, complementado con la diversidad de ocio y la similitud con un centro comercial al aire libre". El establecimiento de calles peatonales ha tenido una buena aceptación, sobre todo, para visitantes y comercios, aunque no tan buena para residentes y trabajadores que encuentran problemas de accesibilidad motorizada al centro. No sólo por las dificultades para estacionar, sino también para parar o subir y bajar viajeros. Ese problema se ve más acentuado en el centro que en el Ensanche Heredia y Arrabales, según la encuestados.
La oferta de aparcamientos que se ofrece en el centro, en cambio, no satisface a ningún perfil. Aunque la movilidad en transporte público, que actualmente está limitada de forma exclusiva a la red de autobuses de la Empresa Municipal de Transporte (EMT), es uno de los aspectos más positivos que destacan los encuestados en el estudio. La explicación radica en que el modelo actual concentra la mayoría de las paradas de cabecera de todas las líneas en la Alameda Principal lo que facilita la accesibilidad.
No todos tuvieron la misma percepción sobre lo que ocurre en el centro. El ruido en la zona céntrica no parece ser un problema para el conjunto de visitantes, trabajadores y comerciantes del la zona histórica de la ciudad. Sin embargo, sí es uno de los principales inconvenientes para los residentes, especialmente para los que viven en pleno centro y sufren el ruido de bares y visitantes.
La regulación de las terrazas, es decir, las mesas y sillas de restaurantes y bares es otro de los problemas que destacan la mayoría de los residentes del centro, justo lo contrario que para el resto de los colectivos que valoran muy positivamente el esfuerzo que se ha hecho para conseguir un equilibrio entre intereses tan dispares.
La limpieza de las calles más céntricas también suscita disparidad de opiniones según a quién se le pregunte. En general, este aspecto se ha llevado buenas puntuaciones de los encuestados, aunque de nuevo son los residentes los que destacan por su desacuerdo.
Si parece haber sido de gran satisfacción la implantación de los contenedores soterrados en el centro históricos y en Ensanche Heredia independientemente, aclara el estudio, de "una demanda de residuos en ocasiones desbordada para la oferta existente". Menores valoraciones se obtuvieron sobre la zona de Arrabales, donde precisamente la inversión en esta materia ha sido menor en los últimos años.
En el caso de la seguridad vuelve a producirse disparidad de opiniones y es peor valorada por los residentes que por el resto.
Tantos son los aspectos negativos que destacan los habitantes del centro histórico que en torno a un 24% de los encuestados se mostró arrepentido de vivir en la zona. No es así, sin embargo, en el caso de los comerciantes que se manifestaron satisfechos por la zona donde se ubican. En cambio, el 54% y el 61% de los comerciantes de Arrabales y Ensanche Heredia, respectivamente, no implantarían sus negocios allí si pudieran volver atrás.
Por lo general, el centro resulta muy atractivo para visitarlo, no tanto en sí para vivir. De hecho, entre un 90 y un 98% de los visitantes, que en su mayoría se mostraron satisfechos con la visita realizada al casco antiguo, afirmaron que no les gustaría vivir allí.
Aún así, muchos coincidieron en que la recuperación y rehabilitación llevada a cabo en los últimos años dentro del Pepri Centro, a través de la Iniciativa Comunitaria Urban y otros programas y proyectos europeos, ha permitido que el centro deje de ser una zona marginal y degradada.
Prueba de ello es que, a pesar de los inconvenientes y asignaturas que quedan por solventar, la mayoría de los encuestados no dudaron en resaltar que para ellos el significado del centro es que se trata del principal foco de atracción y el punto más importante de la ciudad, su corazón y su imagen.
No hay comentarios