Las prostitutas ceden a las presiones pero exigen otra ubicación definitiva
El colectivo tenía previsto trasladarse a Arraijanal, pero el rechazo del Ayuntamiento, que amenazó con cortar la carretera de acceso a la zona, provocó que cambiaran de opinión
Marcha atrás. Las presiones del Ayuntamiento de Málaga y de los vecinos de Guadalmar y de San Julián provocaron que las prostitutas que ejercen en el polígono Gualdahorce decidieran ayer no trasladarse a la zona de Arraijanal. El propio concejal de la Junta de Distrito de Churriana, José Hazañas, amenazó en estas páginas a las meretrices con cortarles la carretera que da acceso a la zona en la que pretendían instalarse si no deponían su actitud. Ello, unido al rechazo frontal de los vecinos de Guadalmar y de San Julián, provocó que las más de 300 mujeres que ejercen en el polígono dieran marcha atrás, aunque exigieron al Ayuntamiento "que de una vez por todas solucione" este conflicto. "Estamos muy cansadas de esta situación. Nosotras, desgraciadamente, solo nos enteramos de lo que publican los medios de comunicación. Esta mañana [por ayer] nos dijeron que el Ayuntamiento estaba incluso dispuesto a cortarnos el tráfico si nos marchábamos", aseguró ayer a este periódico una de las representantes del colectivo, que prefiere ocultar su identidad.
No obstante, el colectivo no quiere que este cambio de opinión sea interpretado como "un gesto de debilidad". "Nosotros estamos muy unidas. Con esta decisión, lo que le trasladamos al Ayuntamiento es que estamos dispuestas a escucharle. Queremos reunirnos con el concejal y que de una vez por todas nos diga qué sitio le parece adecuado para que podamos seguir trabajando", aseguraba la portavoz del colectivo, que ha estado presente en las últimas reuniones celebradas en el marco de la mesa de la prostitución. "Nosotras queremos seguir trabajando en el polígono. Sabíamos que nos teníamos que ir de allí, por eso elegimos la zona de Arraijanal, como así nos aconsejaron los vecinos del centro. Ahora resulta que este espacio tampoco le gusta al Ayuntamiento. ¿Qué hacemos entonces", se pregunta.
Antes de que se produjera este cambio de opinión, los vecinos de Guadalmar y de San Julián se concentraron a las puertas del Ayuntamiento en señal de protesta y entregaron por registro un manifiesto firmado por todas las asociaciones vecinales de la zona en el que expresaban su rechazo a que las prostitutas pudieran instalarse en un descampado próximo al centro comercial Plaza Mayor. En el documento, compuesto por ocho puntos, los vecinos, además, exponían que cada día utilizan este camino "de forma obligatoria" para acceder peatonalmente a las zonas comerciales y de ocio, como entrada a los apeaderos del tren de cercanías, así como para la utilización de zonas verdes como lugar de esparcimiento. Por ello, nada más conocerse que las prostitutas habían cambiado de opinión, la satisfacción era "plena" en el colectivo. "Estamos muy contentos. Teníamos previsto concentrarnos esta noche [por ayer] a las puertas del supermercado del centro comercial, pero con esta noticia la hemos cancelado. De todas formas, hasta que no se aclare todo no podemos estar tranquilos. Era evidente que esta zona no era la más óptima para que las chicas pudieran ejercer la prostitución", aseguró Francisco Troyano, presidente de la comunidad de vecinos de Guadalmar.
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