Ni en los enunciados de los problemas de Mates, ni en los temas de Sociales o Lengua se ven representados la mayoría del alumnado del entorno rural. Los libros de texto incluyen una perspectiva generalista que tiene más que ver con la vida en una gran urbe que con su día a día en el campo. Y lo que pretende la Asociación Pueblos en Movimiento junto con el grupo de investigación IDEI de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UMA es incluir esta realidad en el desarrollo de los niños y las niñas de estas zonas. Su proyecto está inmerso en una campaña de crowdfunding con la que pretenden recaudar unos 5.000 euros.

Se prevé trabajar con centros de la Serranía de Ronda y primer paso será analizar “si la zona rural queda como un cliché, como un lugar de vacaciones alejado de un futuro desarrollo profesional para estos alumnos o si, por el contrario, quedan reflejadas las oportunidades que ofrece”, explica Claudia García Ruiz, integrante de la asociación Pueblos en Movimiento y miembro del grupo de educación. Agrega García Ruiz que “la Universidad de Málaga nos va a dar el respaldo para crear un análisis completo”.

Si en el análisis se comprueba la sospecha que esta docente y sus compañeros han observado al ejercer en pueblos pequeños, la segunda parte será crear una propuesta didáctica que tendrá como punto de partida unos álbumes de cromos de verduras y hortalizas creados por el maestro Isidro García, de Pueblos en Movimiento. Con ellos se trabajará sobre la alimentación saludable vinculada a la agricultura.

“El objetivo es ayudar a los centros a completar la carencia de esa perspectiva”, subraya García Ruiz y destaca que se tocarán temas como la transmisión de conocimiento, la historia, los valores y la tradición de una forma trasversal. “El proyecto en sí es muy concreto, pero desde aquí se pueden abrir diferentes líneas en las que trabajar desde este análisis que hagamos”, señala la profesora.

La asociación Pueblos en Movimiento tiene claro que si se quiere frenar la despoblación hay que transmitir a las generaciones más jóvenes que su lugar de origen puede ser también fuente de riqueza para su futuro. “El alumnado no aprecia el potencial de sus tierras, ni el desarrollo profesional que pueden llevar a cabo sin abandonar su pueblo, continúa existiendo el tópico de que la ciudad es lugar de éxito”, comenta García Ruiz.

Para cambiar su visión “tienen que ver su territorio como una oportunidad más para desarrollarse profesionalmente en cualquier ámbito y en igualdad de oportunidades, hay muchísimas profesiones que se pueden llevar a cabo igual que en el entorno urbano, los servicios públicos, por ejemplo, tienen que abrir las miras, emprender”, agrega la integrante de la entidad.

Microfinanciación en la plataforma Goteo

Antonio Matas Terrón es profesor del área de Métodos de Investigación en Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UMA y pertenece al grupo de investigación IDEI, que tiene como eje central la inclusión educativa. “Hace tiempo que trabajamos en el aprendizaje a lo largo de la vida y dentro de esa línea empezamos a estudiar y a hacer eventos vinculados con el envejecimiento activo, que se está muy vinculado al desarrollo local y la asistencia a personas mayores en el ámbito rural”, explica Matas Terrón.

Fachada del colegio rural de Parauta.

“La UMA tiene convocatorias anuales sobre microfinanciación y pensamos en esta línea para solicitar uno de los programas, así que contactamos con Pueblos en Movimiento porque tienen una línea de trabajo que casaba muy bien con la que tenemos nosotros”, añade el docente e investigador.

Una de las fases principales es el desarrollo de materiales educativos y la financiación que se persigue con el sistema crowdfunding a través de la plataforma sin ánimo de lucro Goteo servirá para que se pueda editar y distribuir entre los colegios participantes en el proyecto. “Nuestro papel como grupo de investigación va a ser asistir el proceso de evaluación del impacto que tengan esos materiales desde una perspectiva colaborativa”, dice Matas Terrón.

Análisis de contribución

“Utilizamos una metodología que se llama análisis de la contribución. Es una metodología donde la gente que pone en marcha el programa participa de la evaluación del mismo y se ponen en marcha una serie de técnicas metodológicas, recogida de información, análisis, con las cuales se intenta estimar el impacto real de un programa en el entorno social”, incide el investigador.

Se crearán grupos focales, se realizarán entrevistas a los agentes, buscarán a expertos externos y se harán análisis cualitativos y también de aprendizaje profundo. “No es un proceso estandarizado, en función de la realidad se utilizarán unas técnicas u otras”, agrega el profesor de la UMA y apunta que ahora mismo estamos en la fase de la elaboración de materiales.

“Según la estimación de gastos que hemos hecho necesitaríamos un mínimo para funcionar de algo más de 3.000 euros y una partida óptima de unos 5.000 euros”, dice Matas Terrón, que es lo que esperan recaudar. Para conseguirlos, la plataforma Goteo pone en marcha dos campañas de 40 días. La primera comenzó a mediados de este mes y siguen inmersos en ella.

El proyecto se presentó poco antes de la pandemia, así que por el camino han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias. “Ya no podemos ir a los colegios, así que vamos modificando el desarrollo casi semana a semana en función de la situación”, reconoce el investigador de la UMA. Lo bueno, destaca Matas Terrón, es que la metodología analítica elegida les permite la flexibilidad que ha hecho falta en estas circunstancias.

En cuanto termine la campaña de recogida de fondos, la asociación de Pueblos en Movimiento empezarán con la elaboración de los materiales. Si todo va bien, en el segundo trimestre estará todo el proceso en marcha.