La parcela sobre la que se levantan en estado ruinoso las instalaciones de la que fuera la fábrica de ladrillos Salyt, junto a la Avenida Valle Inclán, vuelve a ser protagonista de la actividad urbanística de Málaga. Y de nuevo con el interés de un grupo promotor dispuesto a sacarla del ostracismo y transformarla en base de un centro comercial con unos 20.000 metros de techo edificatorio, lejos de unos 60.000 metros cuadrados que actualmente se le asignan en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU).

La operación en su plenitud, en caso de prosperar, podría suponer una inversión superior a los 40 millones de euros, incluyendo en este montante el valor de adquisición de los terrenos a a los dueños originales, Miramar y Edipsa. En cualquier caso, según fuentes próximas a la iniciativa, esta compra está condicionada a la feliz resolución del prolijo y extenso camino administrativo que aún tiene que caminar la empresa impulsora de esta actividad comercial, Edifissa.

Las fuentes consultadas incidieron en la dificultad del proyecto, al requerir de una innovación urbanística con el fin de que el uso actualmente asignado a la finca, el industrial, pase a ser comercial. Una labor en la que es protagonista indispensable el Ayuntamiento, o más directamente la Gerencia de Urbanismo, pero también otras administraciones que habrán de informar sobre este procedimiento.

Tras conocerse la entrada de un nuevo socio privado en Salyt, tal y como adelantó Málaga Hoy el pasado mes de febrero, los contactos entre la promotora y los técnicos municipales son continuos. De hecho, según confirmó el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, en la actualidad se están discutiendo los pormenores de un convenio entre las dos partes para ir adelante con los necesarios ajustes.

No obstante, de acuerdo con las fuentes el proyecto se encuentra en un estado muy inicial. La previsión que maneja la promotora es que todo el proceso administrativo pueda estar concluido en unos tres años, incluyendo en este periodo la ejecución de las obras de urbanización de un espacio particularmente delicado, dado el entorno en el que se localiza. 

Sería en ese momento cuando se daría paso a las actores comerciales interesados en asentarse en esta nueva superficie para que diesen forma a sus instalaciones. "Serán de primera línea", enfatizaron las fuentes, que confirmaron que hay conversaciones abiertas con varios de estos promotores.

Sobre la elevada inversión que se maneja, incluyendo el coste estimado de adquisición de los terrenos, las fuentes hicieron hincapié en que el desarrollo futuro requerirá de unas importantes actuaciones en materia de infraestructuras, así como zonas verdes, garantizando de este modo unas adecuadas conexiones con el parque comercial.

"Es un proyecto complejísimo, la idea es desarrollar un proyecto lo más agradable posible para el Ayuntamiento, la barriada y para nosotros", indicaron las fuentes consultadas, que incidieron en la necesidad de encontrar un punto de encuentro entre todas las partes implicadas. Entre los elementos del futuro desarrollo está un cinturón de zonas verdes y un desarrollo de infraestructuras "importantísimo, porque todos los accesos que hay actualmente no sirven; hay que hacer una inversión importante en la adecuación de los viarios, creando uno nuevo con la barriada, nuevos accesos peatonales para que la gente pueda llegar andando".

Las fuentes pusieron en valor la decisión de los promotores de reducir el techo edificable. "No se busca hacer un proyecto macizado en toda la parcela; quedará un proyecto amplio, con zonas amplias de aparcamiento, con más de 800 plazas en superficie y otras tantas en los sótanos de los operadores", precisaron. En este punto, desde la empresa destacaron la posición del Ayuntamiento y confiaron en que los trámites se agilicen al máximo.