Málaga

El proyecto de las torres del paseo de poniente encara su recta final

  • Incluye tres edificios de hasta 75 metros, un hotel de 11 plantas y un techo para edificar hasta 499 viviendas

Ocho años después de que fuese aprobado inicialmente el plan parcial del sector Torre del Río, terrenos situados junto a la antigua central térmica de Málaga, el proyecto de construcción de tres torres de 23 plantas y hasta 75 metros de altura, encara su recta final. Las promotoras que impulsan la iniciativa residencial, Altamira y Anido, inmobiliarias de Banco Santander y BBVA, respectivamente, trabajan en la idea de poder acometer los primeros trabajos sobre el sector a principios de 2015 y, en cualquier caso, antes de Semana Santa del año próximo.

Ello supone un paso de importancia en un escenario, el del ladrillo, que sigue anclado y sin un horizonte del todo despejado. Fuentes próximas a la iniciativa se mostraron confiadas en que el impulso tenga lugar en este espacio de tiempo e indicaron cómo en la zona Unicaja está promoviendo con éxito otra actuación residencial. Asimismo, destacaron el interés que los propietarios dan al proyecto, al entender que se trata de "suelos de primera categoría".

La primera fase de las actuaciones será la de urbanización, en la que se prevé una inversión de unos 8,5 millones de euros. El plazo de ejecución de la misma es de 15 meses. En relación con las torres, las fuentes indicaron que están por definir los detalles, aunque consideraron que cada una puede necesitar de unos 18 meses. No obstante, su construcción puede coincidir en parte con las tareas de urbanización.

Antes de llegar a ese hito hay trazada una hoja de ruta con los últimos movimientos administrativos. En este sentido, tras la constitución de la junta de compensación a mediados de mes, la pretensión es que a lo largo de agosto el Ayuntamiento dé luz verde definitiva al texto refundido de urbanización, estimándose para octubre la aprobación del plan de reparcelación.

La propiedad del sector se encuentra, mayoritariamente, en manos de las dos entidades financieras. Ambas suman del 53% del suelo; el resto se lo reparten entre el Ayuntamiento de la ciudad y una docena de propietarios minoritarios. De acuerdo con la ficha recogida en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la ciudad, el terreno tiene una superficie de 86.963 metros cuadrados y un techo edificable de 66.962 metros cuadrados. Conforme a este reparto, la previsión es la de ejecutar 499 viviendas, todas de ellas libres. Las mismas quedan repartidas en las tres torres, a razón de 125 cada una, a las que sumar una cuarta edificación, de ocho alturas y con capacidad para otras 124. Otro elemento sustancial es un hotel de 8.000 metros de techo, que estaría situado en segunda línea. Las áreas libres dipuestas suman 39.000 metros cuadrados, se reservan 1.320 metros para equipamiento social, 7.300 metros para equipamiento educativo y 3.600 para deportivo.

La tramitación de esta iniciativa, que ya estaba incluida en el Plan General de 1997, con lo que no tenía por qué haber esperado a la aprobación del nuevo planeamiento, no ha estado carente de vaivenes. La principal tuvo que ver con una sentencia de marzo de 2007 que anuló los parámetros de PGOU del 97 en sus determinaciones sobre este sector, obligando a incluir en el mismo, como suelo urbanizable, 11.633 metros cuadrados que quedaron excluidos y que se encuentran entre el deslinde probable y el deslinde de dominio público fijado por orden ministerial.

Asimismo, las previsiones originales del proyecto pasaban por la construcción de dos torres de hasta 105 metros de altura, dimensión que tuvo que se rebajada sensiblemente ante las limitaciones impuestas por Aviación Civil en su informe al Plan General. En este sentido, para este espacio no se permite superar los 90 metros. Por ello, el plan fue alterado, aumentando en una la edificación en altura y rebajando a unos 75 metros la cota máxima.

Torre del Río es uno de los sectores que forma parte de la nueva fachada del litoral de poniente, que estará caracterizada, además, por la bautizada como nueva Acera de la Marina. Esta intervención, contemplada sobre la parcela de la antigua central térmica, está ahora mayoritariamente en manos del Ayuntamiento, que ha recibido buena parte de los aprovechamientos urbanísticos ante la incapacidad de la propietaria original del terreno, Nueva Marina Real Estate, de hacer frente a los compromisos de pago del convenio firmado en 2008 entre las dos partes. Según el acuerdo, la firma tenía que compensar con 58 millones de euros al Consistorio por aumentar las condiciones de edificación.

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