Análisis de los proyectos de Elías Bendodo en la Diputación de Málaga

El caminito de Bendodo

  • El Pleno de la Diputación de Málaga elige hoy a Salado como presidente

  • Se cierra así de manera definitiva la etapa de Elías Bendodo al frente de la institución

Elías Bendodo recorre la pasarela del Caminito del Rey.

Elías Bendodo recorre la pasarela del Caminito del Rey. / M. H.

Diecinueve años son los que lleva en política el actual consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, los últimos ocho como máximo responsable de la Diputación de Málaga. Bendodo, que desde 2008 es líder provincial del PP, arrancó su mandato al frente de la institución el 23 de junio de 2011, día en que se convirtió en el octavo presidente del ente supramunicipal. En octubre, alcaldes y portavoces del PP de municipios pequeños le pidieron en un escrito que, llegado el momento tras las elecciones municipales de este año, optase a la reelección. Pero esa puerta se cerró el pasado 22 de enero, después de recibir la llamada de Sevilla para incorporarse, como número tres, al nuevo Gobierno andaluz de coalición entre PP y Ciudadanos, liderado por Juan Manuel Moreno Bonilla. El fin de la era Bendodo será del todo oficial hoy, cuando el Pleno de la Diputación designe de manera definitiva al alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, hasta ahora vicepresidente primero, como su sustituto.

Se despide dejando la provincia de Málaga “un poquito mejor” de lo que la encontró, según sus propias palabras. Una etapa marcada por proyectos clave para la provincia, entre los que destaca el haber hecho posible la restauración del Caminito del Rey, uno de los enclaves más espectaculares de la provincia que a finales de marzo cumplirá cuatro años.

Desbloquear este proyecto supuso, sin duda, el punto de inflexión en su gestión, ya que tras más de dos décadas de intentos infructuosos, fue capaz de poner de acuerdo a todas las administraciones públicas implicadas en el mismo. En más de una ocasión, se ha hablado del espíritu del Caminito como ejemplo de colaboración entre instituciones. Los ayuntamientos de cuatro municipios –Ardales, Álora, Antequera y Valle de Abdalajis–, el Ejecutivo de la Junta de Andalucía y el Gobierno central cerraron filas en torno a este proyecto, pilotados por el equipo de gobierno de la Diputación.

El 13 de marzo de 2014 comenzaron las obras de rehabilitación. Un año más tarde la pasarela se abrió al público, tras unas obras que supusieron una inversión de 5,5 millones de euros y que, según la institución, está más que rentabilizada. De hecho, en sus tres primeros años, el Caminito del Rey ha atraído a un millón de visitantes, alcanzándose un impacto económico de cien millones de euros.

La rehabilitación del Caminito del Rey fue el punto de inflexión en su gestión en la Diputación

Sobre el enclave del Caminito del Rey hay pendiente una ampliación del recorrido, anunciada por el propio Bendodo durante la celebración del último Día de la Provincia en Málaga. La idea es construir una nueva pasarela en una de las laderas del Desfiladero de los Gaitanes, y adecuar una serie de caminos boscosos en el entorno de la subida al Mirador de las Buitreras hasta el pico del convento. La iniciativa, que permitirá realizar el sendero de manera circular, sigue pendiente de la autorización de la Consejería de Medio Ambiente.

Otros proyectos de Bendodo en la Diputación de Málaga

Junto al Caminito del Rey, el otro proyecto que ha dado un impulso al turismo de interior en la provincia es la Senda Litoral, el gran sendero que conectará los 180 kilómetros de costa malagueña, desde Nerja a Manilva, y que cumple tres años en los que se han invertido unos 9 millones de euros. La previsión es que pueda estar concluido a finales del año 2020, aunque ya están transitables a pie o en bicicleta 160 kilómetros, el 85%. La institución tiene previsto destinar 2 millones para seguir avanzando en su construcción. Próximamente, por ejemplo, se iniciarán las obras de una pasarela peatonal sobre el río Guadalhorce, del que se dice que será el “puente de madera más largo de Europa” que unirá Málaga y Torremolinos.

También han visto la luz en estos ocho años iniciativas culturales como La Térmica, que nació en el edificio del antiguo Centro Cívico diciembre de 2012, con la intención de ocupar el epicentro de la cultura malagueña. Además de ofrecer un amplio programa de actividades que incluye exposiciones, conciertos, talleres y conferencias, La Térmica funciona como una residencia de artistas, siendo punto de encuentro de figuras internacionales, y como un centro de coworking.

En los cinco proyectos estrella del mandato de Bendodo en la Diputación destaca también la creación de la marca agroalimentaria Sabor a Málaga, que ha ayudado a muchas pequeñas empresas y productores malagueños a abrirse a mercados exteriores y aumentar su volumen de exportaciones. La marca vio la luz en 2011 y ya cuenta con cerca de 800 empresas adheridas. Por último, en lo económico, en estos ocho años destaca haber alcanzado la deuda cero del ente supramunicipal. Los presupuestos de 2019, los últimos aprobados bajo la presidencia de Bendodo, son los primeros en la historia de la institución en los que esta no tendrá que hacer frente a la amortización de deuda financiera.

En lo económico, Bendodo cierra etapa alcanzando la deuda cero de la institución

Aún así, no todo han sido luces. Como presidente de la Diputación de Málaga, Bendodo ha tenido que hacer frente a algunas sombras. El caso más sonado es el del Museo Taurino, por la polémica cesión del edificio de la Plaza del Siglo al coleccionista privado Juan Barco, que expuso sus obras durante meses sin haber formalizado con la Diputación el convenio y que, estando en esa situación, alquiló el restaurante del inmueble a un grupo hostelero. El empresario tampoco ha pagado el canon fijado en la cesión demanial, pago que la Diputación le reclama. En 2017 el propio Bendodo admitió en un Pleno que este era un proyecto “fallido”. Todavía hoy, a la espera de que la institución supramunicipal obtenga la esperada autorización judicial para entrar en el edificio de –de su propiedad–, y proceder a su desalojo, Barco ignora a la entidad pública y continúa ocupando el inmueble.

Otro de los asuntos más polémicos de este último mandato ha sido el caso Marina Bravo, a través del cual la diputada de Medio Ambiente concedió una veintena de contratos a la empresa de su cuñado y en la que trabaja su actual pareja, un episodio que provocó una considerable reprimenda por parte de todos los grupos de la oposición, que reprobaron al equipo de gobierno encabezado por Bendodo. Al final quedó en nada.

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