“Recta final” de las pruebas para que el Metro llegue por fin al Centro de Málaga. Así al menos lo anunció ayer la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, a los periodistas en la primera ocasión que la representante autonómica ofrece algo de luz sobre la llegada del suburbano a la estación de Atarazanas. No obstante, Carazo, que está en las quinielas para ser la candidata del Partido Popular a la Alcaldía de Granada, subrayó que todo depende de que la empresa encargada de certificar la seguridad de los trabajos, Alstom, dé el visto bueno definitivo.

La consejera recordó su visita de madrugada a Málaga la semana pasada en una comitiva al recorrido nocturno que realizan los convoyes para seguir con las comprobaciones. “Estamos en la recta final. Desde luego que entiendo que tiene que llegar cuanto antes. Yo misma estuve visitando en el túnel las pruebas una noche y vi que se había avanzado”, señaló Carazo.

No obstante, la consejera, como viene siendo habitual en los últimos meses, eludió comprometerse con las fecha: “Depende de la empresa que pueda acreditar esa seguridad, pero en cuando se pueda llegará”. A este respecto, el documento que entregará en los próximas días Alstom es un condicionante sine qua non para su puesta en marcha y está relacionado con la verificación del correcto funcionamiento del sistema de señalización ferroviaria y el Sistema de Protección de Trenes (ATP), de cara a la puesta en servicio de la extensión al centro histórico (El Perchel-Atarazanas).

Es decir, las pruebas que ahora se están realizando aseguran que, conforme a los resultados obtenidos hasta el momento, la circulación de los trenes a la velocidad comercial no implica ningún riesgo o incidencia para los ciudadanos, ni para el normal funcionamiento de las líneas que ya están en marcha. Tras esta evaluación deberán comenzar las propias pruebas de los sistemas e instalaciones que lleva a cabo la adjudicataria –es decir, la UTE formada por Acciona y Sando–. No será hasta que finalicen estas comprobaciones cuando se den las llamadas pruebas en blanco, las últimas necesarias antes de la apertura al público. Estas pruebas simulan el normal funcionamiento de los convoyes durante varias semanas

Carazo también destacó que 2023 va a ser el año en el que se licitará y comenzarán las obras del ramal soterrado al Hospital Civil. El año pasado la Junta rubricó la firma del contrato para la redacción del proyecto constructivo de este ramal, cuyo importe asciende a 1.374.432 euros, con 18 meses de plazo de ejecución. La Unión Temporal de Empresas (UTE) contratista está formada por las consultoras EIS GUIA Consultores y TPF Getinsa Euroestudios. De acuerdo con los pliegos de contratación, el desarrollo de los trabajos se divide entre una primera fase de seis meses para la redacción del anteproyecto y tramitación de la exposición a información pública, y una segunda fase, de 12 meses, para la redacción del proyecto de construcción final, periodo que se solapará con la tramitación medioambiental.