Málaga

Un 'pulmón verde' por descubrir

  • El extenso jardín que rodea el centro de innovación social de La Noria cuenta con una superficie de 3,7 hectáreas y más de 600 árboles de 62 especies distintas que lo convierten en un espacio de enorme valor

Está ubicado en uno de los barrios más congestionados de Málaga capital. Rodeado del Hospital Materno-Infantil, el Hospital Civil, la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, un centro comercial y una zona residencial plagada de edificios altos. Y aún así ha logrado sobrevivir al tiempo a la presión urbanística. Pocos saben que en medio de ese galimatías de ladrillo pervive un bosque escondido, un auténtico pulmón verde de una riqueza y variedad botánica desconocida hasta ahora.

Unos 37.700 metros cuadrados de jardines rodean al que fuera el centro básico de acogida para niños en desamparo de la provincia, que el general Francisco Franco inauguró en 1954 y que hoy en día es la sede del centro de innovación social La Noria que gestiona la Diputación de Málaga. Un breve recorrido por esta gran zona verde sorprende por lo desconocido de diversidad y por el sitio en el que se encuentra, que incluso llevo a plantear este lugar como parcela para la construcción del tercer hospital de la capital.

Pero sería fulminar uno de los pocos pulmones verdes que tiene esta ciudad y acabar con una masa arbórea, algunos ejemplares incluso centenarios, que dan sombra y sosiego a un lugar tan especial. Sólo con adentrarse un poco en lo que era la antigua Huerta Godino es como entrar en un mundo muy distinto del ruido infernal que soporta la avenida Arroyo de los Ángeles cada día. Dentro de la finca, sólo se oyen a los pájaros que anidan, muchos de ellos desgraciadamente cotorras argentinas, en las 3,7 hectáreas de jardines, donde también viven unos inquilinos muy especiales desde hace años: una pareja de búhos reales que se han asentado en una palmera cercana al edificio principal del recinto.

Pero curiosamente hasta que este privilegiado entorno no empezó a colocarse en las quinielas para el nuevo hospital no se había hecho un inventario real de la riqueza botánica que alberga. Varias asociaciones medioambientales que trabajan temas de reforestación y cambio climático las que, preocupadas por el futuro del espacio de La Noria, han realizado un listado del las especies y ejemplares de árboles que se ubican en el entorno.

Y, según el resultado de este estudio facilitado por la Diputación provincial de Málaga, se sabe ahora que hay 606 árboles y 62 especies distintas de arbolado y arbustos, algunos protegidos y otros de gran valor ecológico y ornamental por su tamaño, antigüedad y características beneficiosas para la reducción de la huella de carbono en el centro de la ciudad. Todo sin contar la pantalla de 710 cipreses, más de 300 metros de árboles en pantalla, ni los que hay desde la fundación Ronald McDonald hasta la antigua guardería y el Centro Virgen de la Esperanza. Como tampoco están incluidas todas aquellas plantas, tales como pacíficos, rosales, ágaves o aloes, que por su tamaño han quedado fuera de este inventario.

Este periódico pudo comprobar in situ, junto al profesor titular de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga, Andrés Vicente Pérez Latorre, su valor botánico. "La Noria posee zonas ajardinadas modernas, como césped, herbáceas y arbustivas de poca edad, pero también antiguos setos y árboles procedentes de su época como finca agrícola y de jardines más acordes con paisajistas más antiguos, posiblemente de principios del XX o incluso finales del XIX".

Lo más remarcable, por tanto, son los árboles y conjuntos de árboles de gran tamaño y edad, procedentes de esa antigua etapa. A su juicio, destacan nueve especies, normalmente individuos tipo árbol monumental. Es el caso de los 48 pinos carrasco que se calcula que hay en el interior de este jardín, algunos de hasta un metro de diámetro y gran copa y posiblemente de los mayores de la provincia. Aunque para este experto el más importante de los Pinus halepensis es el que hay justo a la entrada y la cara sur del edificio.

Otros ejemplares espectaculares lo constituyen el grupo de 49 palmeras canarias inventariadas, sin contar la casi decena que el escarabajo picudo rojo terminó por obligar a talar. Como curiosidad, hay un ejemplar de palmera Phoenix de "una altura fuera de lo común", aseguró el experto de la UMA.

También llama la atención, explicó el experto en Biología Vegetal, algunos de los Ficus retusa que se encuentran en el extenso jardín, algunos incluso de hasta dos metros de diámetro. Impresionante también, dijo, es el tamaño de los cinco albaricoques que hay, con hasta 70 centímetros de diámetro, y de los 28 eucaliptos de hasta un metro.

De los árboles de uso agrícola mediterráneo, pero tamaño muy destacable, se encuentran algunos olivos, higueras, algarrobos y albaricoques. Incluso se ha inventariado la existencia de un ejemplar de mirto o arrayán arbóreo, "muy poco frecuente y visto también por ejemplo en lagares de los Montes de Málaga", añadió Pérez Latorre.

Incluso un fresno de hoja grande, muy poco frecuente en Málaga, puede admirarse en este impresionante zona verde donde se respira paz por los cuatro costados alejada del mundanal ruido.

Aunque no han sido incluidos inicialmente en el inventario, no son menos impresionantes los setos de cipreses en lo que posiblemente fueron antiguos bordes de caminos internos de la finca. Y en lo que se refiere a las especies ornamentales, se encuentran algunas Dombeya o árbol de las hortensias de buen tamaño y un túnel de glicinias.

Pero es un trabajo "muy inicial", por lo que el profesor titular de Biología Vegetal advirtió que "un trabajo más profundo podría confirmar el número de especies, identificarlas con seguridad y valorar las especies de árboles monumentales".

Por si fuera poco, la finca cuenta además con un huerto, donde Oliva Carrión, técnica del centro de La Noria, explicó trabajan varias asociaciones en distintos proyectos de investigación. "Todos son proyectos experimentales que aquí se prototipan y luego se sacan fuera", aclaró.

Una parte, por ejemplo, está reservada al Aula del Mar para un novedoso cultivo ecológico y sostenible de peces y plantas llamado acuaponía. Otra zona está reservada para la asociación Almijara y otra para Ecoherencia, un proyecto de colaboración con la UMA para el cultivo de plantas multifuncionales con fines medicinales y alimenticios.

A ciencia cierta no se sabe quién era el dueño de tal joya botánica, pero sí que la donó al entonces régimen franquista para dedicarlo a un espacio donde se atendiera a la entonces necesitada infancia en la provincia. Así, se construyó allí el conocido como Hogar San José o casa cuna de Málaga, que Franco inauguró en 1954 y que estuvo gestionado por las monjas hasta principios de los años 80 para atender a los niños de 0 a 6 años.

Fue cuando la Diputación de Málaga se hizo cargo del centro, que ocupa una superficie de 7.000 metros cuadrados, y que ha funcionado como centro básico de acogida hasta 2013 cuando su uso paso a ser el de un centro de innovación social donde tienen cabida todo tipo de proyectos sociales dirigidos a la infancia y la juventud. Su nombre, el de La Noria, se debe a la noria del siglo XIV que aún se conserva en parte en el entorno y servía para obtener agua del arroyo de los Ángeles y encauzarla y distribuirla para poder regar las huertas de la zona. Es tal el valor ambiental de este espacio que la Diputación provincial de Málaga se plantea ahora abrir parte de este espacio a los vecinos de un barrio con un evidente déficit de zonas verdes, aunque la fórmula de cómo se hará y cuándo aún tendrá que esperar.

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