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La perimenopausia, etapa de transición previa a la menopausia, continúa siendo una fase poco conocida a pesar de afectar a millones de mujeres. Suele iniciarse entre los 45 y 49 años y, aunque su duración media ronda un año, puede prolongarse más tiempo. Según el equipo de Ginecología del Hospital Quirónsalud Málaga, reconocer sus síntomas y adoptar hábitos saludables es clave para afrontarla adecuadamente.
La perimenopausia se caracteriza por una disminución progresiva de la producción de estrógenos. El jefe del Servicio de Ginecología del hospital, Rodrigo Orozco, recuerda que esta etapa finaliza cuando la mujer cumple un año completo sin menstruación, momento en el que comienza la menopausia. No obstante, insiste en la importancia de acudir al especialista ante cualquier cambio, sin esperar a que desaparezca el ciclo menstrual.
Entre los síntomas más habituales, Orozco señala las alteraciones en el ciclo, que pueden manifestarse como sangrados más frecuentes o, por el contrario, reglas más espaciadas. También son comunes los sofocos o síntomas vasomotores. El especialista subraya que estos signos no deben normalizarse cuando afectan a la calidad de vida y requieren valoración médica.
El síndrome de atrofia genitourinaria es otro síntoma frecuente, con disminución de hidratación y lubricación en vulva y vagina, molestias diarias, infecciones urinarias o vaginales y dolor durante las relaciones sexuales. La etapa también puede asociarse a trastornos del sueño, como insomnio o despertares precoces, y a un aumento de peso.
Los especialistas recuerdan que un estilo de vida saludable contribuye a mitigar estos síntomas. Orozco recomienda una alimentación equilibrada, ejercicio regular, incluido entrenamiento de fuerza, y evitar hábitos nocivos como alcohol y tabaco. También destaca la importancia de la educación sanitaria para identificar qué síntomas son normales y cuáles requieren atención.
La doctora Jessica Martín Orlando, coordinadora de la Unidad de Menopausia del centro, subraya que esta fase puede abarcar casi la mitad de la vida de una mujer. “Teniendo en cuenta que la esperanza de vida ronda los 86 años y la perimenopausia comienza alrededor de los 45, las mujeres pueden pasar hasta el 46% de su vida entre perimenopausia y menopausia”, explica.
Martín Orlando advierte de que los síntomas suelen intensificarse con la llegada de la menopausia. Hasta un 75% de las mujeres experimenta sofocos y cerca del 90% sufre síndrome genitourinario, que incluye sequedad vaginal, dolor con las relaciones sexuales, disminución del deseo, incontinencia urinaria o prolapso genital. A largo plazo, hasta un 40% desarrolla osteoporosis. También pueden darse episodios de ansiedad, irritabilidad o depresión, aunque en menor proporción.
Ambos especialistas insisten en la importancia de una evaluación adecuada y de no retrasar la consulta médica. Señalan que es fundamental atender tanto los síntomas actuales como prevenir posibles complicaciones a futuro.
La Unidad de Menopausia del Hospital Quirónsalud Málaga ofrece programas de atención personalizada que incluyen recomendaciones nutricionales, fomento del ejercicio físico, valoración de comorbilidades metabólicas y distintas opciones terapéuticas, desde cambios en el estilo de vida y apoyo emocional hasta tratamientos médicos y técnicas de ginecología regenerativa.
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