El 'botox' y la reeducación dan buen resultado para tratar un trastorno que vuelve áspera la voz

Especialistas del Colegio de Logopedas de Andalucía analizan hoy en el Instituto de Estudios Portuarios en una mesa redonda la disfonía espasmódica, un desorden raro que vuelve áspera la voz, de calidad "estrangulada" y con un volumen bajo, siendo el perfil del que la padece el de una mujer de 50 años con una profesión que le requiere responsabilidad. Según los especialistas, este desorden está provocado por la interrupción del control motor laríngeo, que provoca movimientos involuntarios del músculo de la laringe cuando se habla. De hecho, se considera como una afección rara, aunque en los últimos años se ha registrado un incremento de los casos, que afecta a más mujeres que hombres, ya que por cada ocho mujeres que la padecen hay un solo hombre diagnosticado.

La disfonía suele aparecer a partir de los 48 años. En los hombres debuta más tarde, ya que suele ser una vez cumplidos los 60 años. Los expertos sostienen que una curiosidad de este desorden es el hecho, como ya apuntan varios estudios, de que los pacientes son personas que en su vida diaria ocupan puestos de responsabilidad. En la mayoría de los casos llama la atención su carácter voluntarioso y el rechazo al fracaso, lo que impulsa al paciente a desarrollar una considerable energía para afrontar los problemas que surgen en su vida. Los logopedas detectan que la disfonía aparece cuando el paciente acaba de superar un problema importante de índole profesional o personal. La toxina botulínica, popularmente denominada botox y tan conocida por sus usos en medicina estética, es el tratamiento farmacológico que está dando mejores resultados si se combina con la reeducación vocal por parte del logopeda.