Pablo Fernández Plaza | Director de enfermería del Hospital Clínico Málaga

“El mejor regalo para los enfermeros es responsabilidad para evitar la quinta ola”

  • Apunta que la pandemia ha impulsado iniciativas, como las vídeollamadas para romper la incomunicación de los pacientes ingresados en aislamiento, que se quedarán para siempre

Pablo Fernández Plaza es responsable de Enfermería del Clínico desde octubre del año pasado.

Pablo Fernández Plaza es responsable de Enfermería del Clínico desde octubre del año pasado. / M. H.

Pablo Fernández Plaza es el director de Enfermería del Hospital Clínico. Asumió el cargo en la pandemia y dirige a unos 2.400 profesionales. A saber: 1.170 enfermeros, 900 auxiliares de enfermería, 240 técnicos especialistas, 30 fisioterapeutas y unas 20 matronas.

–Asumió la dirección de Enfermería del hospital en octubre de 2020, con la pandemia. ¿Por qué meterse en ese berenjenal?

–Me lo ofreció el gerente; era un reto y una responsabilidad. Pero también era una época bonita para implementar mejoras, esforzarse y sacar buenos resultados.

–¿Habrá un antes y un después en la profesión tras el Covid?

–Lo que va a haber desde luego es un mayor reconocimiento de la labor de la Enfermería porque se ha visto que hemos estado al lado de los pacientes 24 horas al día, como no podía ser de otra manera, jugándose los profesionales el tipo. No había tanto conocimiento de la enfermedad, no había vacuna, los medios de protección eran justos… La Enfermería supo ocupar su posición y esforzarse en beneficio de los pacientes. Además de demostrar en nuestro hospital una capacidad de adaptación importante a los numerosísimos cambios que hemos tenido que realizar en la estructura hospitalaria para generar más camas, más espacios y el doble circuito. Tareas en las que la Enfermería ha tenido un papel importante tanto en la planificación, como en la ejecución y luego en el cuidado de los pacientes.

–¿Cómo va a ser la Enfermería poscovid?

–A nivel del día a día, el doble circuito permanecerá en el hospital. Muchos servicios permanecerán con un circuito respiratorio y otro no respiratorio porque a lo mejor no es el Covid, pero será otro proceso patológico similar. Habrá que mantener esos circuitos; en las Urgencias, en la UCI, en las habitaciones… Habrá que tener camas preparadas por si hiciera falta. Ahora en esta época en que estamos bajando la cuarta ola –que ha sido muy pequeña– estamos abriéndonos a otras acciones para mejorar la Enfermería, intentar dejar un poco atrás el Covid e implementar otras mejoras.

–¿Qué acciones?

–Estamos retomando la potenciación de la formación y la docencia. Este año tenemos más de 70 cursos preparados para el personal de Enfermería. Pretendemos potenciar las comisiones técnicas… la Comisión de Protocolo, la de Humanización. Humanización dirigida no sólo a los usuarios, sino también a los profesionales. Ahí también se nos ha abierto un campo muy bonito que es mejorar la humanización de los cuidados hacia los pacientes. Tenemos proyectos de mejoras estructurales, de mejoras en la comunicación, de mejorar el acompañamiento de los pacientes sobre todo en situaciones muy específicas como son los terminales o mantener las mejoras que se han hecho durante la pandemia. Por ejemplo, las vídeollamadas y la mejora de la comunicación del paciente en aislamiento. Esas cosas las mantendremos. Y reflotamos la revista de Enfermería, después de un año de apagón. El primer número fue hace 37 años.

–La Enfermería debe dar respuesta a las secuelas poscovid…

–Sí, sí. Se ha creado una consulta circular poscovid donde hay varios profesionales que trabajan; de Intensivos, Rehabilitación, Psicología, Neumología, Otorrinolaringología… Son varias áreas y también las enfermeras gestoras de casos. El objetivo es que en un mismo día, venga el paciente y lo vean todas las especialidades –también interviene Radiología– para ver cómo está. Además, tienen apoyo de Salud Mental.

–En iniciativas como las vídeollamadas para romper el aislamiento de los pacientes con Covid, la Enfermería fue clave…

–Hubo un grupo de profesionales que salió de un voluntariado inicial, los famosos H-Unidos, que bebía de una iniciativa anterior (H-UCI). Aquí, 47 profesionales del centro se unieron de manera altruista y fuera de su tiempo empezaron a facilitar tablets a los pacientes aislados con Covid para que pudieran conectarse con sus familias. Fue muy exitoso, sobre todo en la primera ola. Luego hemos intentado asumirlo como un trabajo necesario. Ya ha dejado de ser voluntario y lo hemos asumido como una obligación del hospital para mejorar la comunicación.

–¿Ya no tienen contagios entre el personal tras la vacunación?

–La vacunación ha sido un antes y un después porque nos permite trabajar con más tranquilidad y seguridad. Los contagios no se están produciendo. Pero cuando un profesional vacunado tiene contacto estrecho con un Covid positivo, sí tiene que guardar unas medidas de precaución durante unos días, según lo que diga Salud Laboral. La vacunación ha bajado el índice de contagios de manera importante.

–¿Ha sido el año más difícil?

–A nivel de presión por una patología nueva y peligrosa, sí. Quizás hemos pasado por otras rachas de pocos recursos económicos que nos han dificultado bastante la actividad, hace ya muchos años. Pero con la intensidad de tener que trabajar y los profesionales responder de una manera impresionante, olvidarse de los turnos, olvidarse de las jornadas, reforzar los servicios que hubiera que reforzar, desplazarse de un servicio a otro… eso no lo había visto hasta ahora.

–¿Y se ha hecho equipo?

–Hay que agradecer a todas las categorías su labor porque todos han trabajado mucho y bien. Hemos dado vuelta al hospital como un calcetín. Empezamos abriendo una planta [para Covid], terminamos con siete; de un control de Enfermería acabamos con ocho o nueve. Hemos llegado a atender en la tercera ola a más de 280 pacientes ingresados [con el virus]. Ahí nos hemos llevado la palma de Málaga y, posiblemente, de Andalucía. Y en la tercera ola, sin parar la actividad no Covid. Hemos potenciado –sobre todo en los últimos meses– la actividad quirúrgica, de consultas… porque ya hay más gente vacunada y la actividad se ha retomado con muchísima fuerza.

–¿Qué pide a la gente ahora que acabó el estado de alarma?

–Que mantenga las medidas de seguridad, que cada uno ponga su granito de arena y no se relaje. Nosotros estamos para atender las necesidades que surjan y estamos preparados. Pero el mejor regalo por el Día de la Enfermería [fue el 12 de mayo] es que la población siga actuando con prudencia para evitar la quinta ola. Todos tenemos derecho a mejorar la vida privada, pero sin que sea un riesgo para la salud de los demás. La vacunación va bajando en edad y va a suponer una mejora importante.

–¿Algo que añadir?

–Que estamos intentando potenciar la humanización de los cuidados, estamos implantando medidas a nivel de estructura. Aparte se han hecho obras importantes como la de la Unidad de Radioterapia, la ampliación de la UCI que duplicó camas... Hemos hecho un Servicio de Urgencias nuevo con un circuito respiratorio e inauguramos en breve la Unidad de Ictus.

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