Un renovado compromiso con Bolivia

Ya van 14 años. Desde 2001, un puñado de sanitarios parten de Málaga para internarse en un suburbio marginal de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, para hacer lo que saben: curar. Están allí desde el pasado 22 de abril, operando de forma gratuita a personas sin recursos que de no ser por esta iniciativa solidaria no tendrían acceso a la asistencia.

El culpable de todo es Carlos Vara, catedrático de Cirugía de la Universidad de Málaga (UMA), que ha propiciado que durante estos años más de 60 profesionales -entre cirujanos, anestesistas, internistas y enfermeros- hayan colaborado con el proyecto de la Fundación Hombres Nuevos.

Durante todos estos años, los voluntarios no solo han ido a operar. También han buscado ayudas en España para convertir el Virgen Milagrosa -un centro asistencial que allá por 2001 tenía poca actividad por falta de recursos- en un verdadero hospital con unos quirófanos envidiables, aparatos punteros de radiología y hasta un laboratorio.

Y por aquello de no dar el pescado, sino de enseñar a pescar, dentro de su proyecto de cooperación, estos sanitarios han desarrollado además nueve campañas docentes para preparar a los cirujanos locales en técnicas laparoscópicas -la cirugía que utiliza cámaras para hacer incisiones más pequeñas a la hora de entrar en el paciente-.

Un balance que anima a estos voluntarios a renovar su compromiso. En esta ocasión, han viajado ocho médicos. El apoyo de la Universidad, el Ayuntamiento de málaga y La Caixa han sido claves en la continuidad de la iniciativa. Según explica Vara, durante el mes que dura la campaña operarán sin coste alguno a cerca de 300 pacientes sin recursos. Bocios gigantes, vesículas difíciles, malformaciones congénitas, complicaciones del endémico mal de Chagas, varices muy evolucionadas y hasta algunas lesiones traumatológicas son las intervenciones más frecuentes.

Juana Arencibia, misionera de la Fundación en Santa Cruz, se ocupa de preparar la lista de espera para pocas horas después de bajar del avión los sanitarios malagueños ya estén operando. Arencibia controla que realmente los pacientes sean personas sin recursos y que no haya ningún intruso con poder adquisitivo atraído por el prestigio de los cirujanos españoles. El resto del año, los facultativos bolivianos que trabajan en el Virgen Milagrosa cobran por operar porque según explica Vara, no tienen sueldo ya que no hay una Seguridad Social como en España. Pero la misionera supervisa que mantengan precios asequibles.

Vara agradece el apoyo tanto de instituciones, empresas y particulares, como de los propios voluntarios, a la vez que recuerda que con sus granitos de arena hacen posible que personas pobres de solemnidad accedan a un derecho tan básico como la salud ya que "los niveles de miseria, insalubridad y abandono social alcanzan cotas difícilmente imaginables desde España, incluso en tiempos de crisis".