La renuncia al Mundial, el enésimo fracaso internacional de Málaga

La renuncia a ser sede del Mundial 2030 supone, una vez más, que un gran evento internacional se aleje de Málaga. Las complicaciones con los plazos y el estadio han hecho que se vuelva a perder la oportunidad de demostrar ser la ciudad idónea, que se dice que es, para albergar eventos de este tipo. "Málaga tiene una potencia y una visibilidad que el Mundial añade poco y si trae problemas no es bueno hacerlo, no es un fracaso", ha dicho Francisco de la Torre, alcalde de Málaga. Aunque casi cada vez que se va detrás de un gran evento se queda a las puertas.

En un rápido repaso, prácticamente la celebración de la final de la Copa Davis en el Carpena, retirada de Rafael Nadal incluida, es el único brote verde en el terreno baldío que podría representar la carrera que ha hecho la ciudad por acoger una gran cita de calado internacional. Desde que se perdió la Capitalidad Europea de la Cultura 2016, que acabó en San Sebastián, los intentos y caídas han sido múltiples. Algunos, más dolorosos que otros.

El último, la intentona, segunda derrota consecutiva en este caso, por tratar de albergar la Capitalidad Europea de la Juventud. Fueron dos rechazos, contra ciudades que se podrían entender de menor calado internacional.

Antes, pero dentro de este mandato también, el golpe vino por parte de la segunda plaza en la carrera por albergar la Exposición Internacional de 2027. Belgrado se llevó en París la palma, frente a la apuesta por la ciudad sostenible que proponía Málaga. Entonces se dijo que el cabildeo de los serbios había sido mucho más fuerte en la última semana, arrastrando votos de países en un esfuerzo, se deslizaba entonces, que el Gobierno central no hizo. Ya en el comienzo aquella candidatura empezó cojeando y esperando hasta última hora para presentarse. El motivo era que Barcelona tonteó con hacer lo propio.

El alcalde, en su proyecto continuo por poner a Málaga en un escaparate internacional, lanzó varios globos sonda con la idea de repetir candidatura. La Junta de Andalucía y la oposición no lo apoyaron y animaron a pensarlo detenidamente antes de que, finalmente, renunciase a la idea.

Antes, en 2021 ya quedó por detrás de Dortmund en la lucha por ser investida Capital Europea de la Innovación. En el último mandato también se esfumó la ambición del alcalde para albergar la Copa América de Vela. Este último caso, además, por algo similar a esta ocasión: se carecía de la infraestructura necesaria para ello porque había que adaptar el dique de Levante del Puerto.

"Somos una ciudad de Mundial, pero no tenemos un estadio a nivel necesario, ni club a nivel de la ciudad. Nos condiciona", ha dicho el alcalde este sábado al hilo de la falta de esta gran infraestructura deportiva.

Juan Alba, coordinador de Infraestructuras del Ayuntamiento, durante el Simed, en una ponencia para vender la remodelación de La Rosaelda a inversores, destacaba el gran punto a favor de Málaga: su aeropuerto. Era la única de las sedes que contaba con vuelo directo a todas las demás. También destacaba su capacidad hotelera, el buen tiempo o haber demostrado que es capaz de gestionar un gran número de turistas.

De la Torre también ha hecho un guiño al aeródromo durante el anuncio de la renuncia al Mundial, "tener un aeropuerto como el de Málaga es magnífico", ha dicho. Antes de señalar que se está quedando pequeño y Aena ya ha previsto la ampliación. Unas obras para hacerlo crecer que podían haber coincidido, además, con el Mundial.

También ha incidido De la Torre en la idea de que "no es un fracaso" y no es "para estar deprimidos", antes de recordar que Málaga "tiene limitaciones" físicamente a la hora de plantear soluciones para hacer un estadio modular. También ha señalado las deficiencias en temas de movilidad, "pedimos transporte público para llegar a Marbela", en referencia al tren litoral. Lo que queda claro es que, con la excepción de la Davis, a Málaga siempre le falta un último paso para llegar a ser merecedora de un gran evento internacional.