Reproducción Asistida en Málaga

Las mujeres continúan retrasando la edad para tener su primer hijo

  • La mayoría de las que recurren a clínicas para recibir una donación de óvulos precisan de la técnica sólo por haber decidido tarde su maternidad

Dos profesionales trabajando en la Unidad de Reproducción del Centro Gutenberg.

Dos profesionales trabajando en la Unidad de Reproducción del Centro Gutenberg. / Javier Albiñana

Los ginecólogos llevan años lanzando el mismo mensaje: lo ideal es que la mujer haya completado su proyecto reproductivo en torno a los 35 años. Es decir, que para entonces ya tenga todos los hijos que desee. Sin embargo, la realidad es que muchas, a esa edad, ni siquiera lo han comenzado. Es más, los especialistas constatan que año tras año, las mujeres siguen retrasando su maternidad. Eso provoca más dificultades para lograr un embarazo y disminuye las probabilidades de éxito de la reproducción.

El director médico de la Unidad Reproductiva del Centro Gutenberg, Claudio Álvarez, explica que cada año se incrementa la edad media de las mujeres que consultan en esa clínica. Si en 2020 era de 37 años, en 2021 es de 38. Incluso en el programa para congelar óvulos propios de cara a una maternidad en el futuro –lo que se llama preservación de la fertilidad–, también aumenta la edad media de las demandantes. En 2019 era de 35 años, en 2020 de 36 y en 2021, de 37.

“La mujer toma conciencia de lo importante que es la edad en el proceso reproductivo, pero prefiere guardar sus óvulos antes que embarazarse porque seguramente hay un proyecto profesional”, señala el ginecólogo. La congelación de óvulos propios es una opción que nació como respuesta para casos de mujeres que debían someterse a tratamientos oncológicos o agresivos que comprometían su fertilidad. Así, superada la patología, podían ser madres con sus ovocitos. Sin embargo, esta posibilidad que ofrece la ciencia se está utilizando cada vez más por razones sociales. Es decir, por mujeres que congelan sus óvulos a edades tempranas para mantener su calidad porque deciden posponer su maternidad por razones muchas veces profesionales.

“La mujer es libre de decidir retrasar su maternidad, pero debe saber las consecuencias de esa decisión”, insiste el ginecólogo del Centro Gutenberg. Y las consecuencias son mayores dificultades para lograr un embarazo.

Álvarez advierte que si la mujer opta por posponer su maternidad y congelar sus óvulos, debe consultar a un especialista cuanto antes. “Hay mujeres que acuden a la clínica a guardar sus ovocitos con 37 ó 40 años. Y el pronóstico a esas edades ya no es bueno porque entonces la calidad es de 40 años, por mucho que los guardemos”, insiste. Porque los años de la mujer son un factor que juega en contra de la fertilidad de forma inexorable ya que la calidad de los ovocitos es inversamente proporcional a la edad femenina.

"La mujer prefiere guardar sus óvulos a embarazarse porque hay un proyecto profesional”, dice el ginecólogo

Las respuestas de la reproducción asistida han nacido por problemas médicos. Sin embargo, con el tiempo se han convertido en soluciones para realidades sociales. Ocurrió con la congelación de óvulos. Y la técnica de ovocitos donados es otro ejemplo. Surgió para casos de mujeres con menopausia precoz o problemas genéticos por los que sufrían infertilidad.

Pero ahora la mayoría de las que necesitan óvulos donados para ser madres tienen que recurrir a esta opción únicamente porque han decidido ser madres demasiado tarde. Si hubieran intentado quedarse embarazadas con 25 ó 28 años, seguramente lo habrían logrado sin problemas de forma natural. Pero con 38 o más, muchas mujeres tienen que acudir a clínicas de reproducción porque de forma espontánea no lo consiguen. “Con 43 años o más, la única alternativa para ser madre por fecundación in vitro es con donación de óvulos”, señala.

El ginecólogo reitera que aumenta la edad de las pacientes que consultan en su centro y también la de las que congelan sus propios ovocitos. La demanda de este último programa se incrementa y fundamentalmente por razones sociales: simplemente para retrasar la maternidad, no tanto para preservarla por tener que someterse a un tratamiento oncológico. En lo que va de año, el Centro Gutenberg ha hecho ya el mismo número de casos de preservación de la fertilidad (congelación de ovocitos) que en todo 2020.

El ginecólogo insiste en el mensaje: mientras más se retrasa la maternidad, menor calidad de los óvulos, menos probabilidades de éxito a la hora de lograr un embarazo y mayor indicación de gestación con ovocitos de donante (dado que estos son de mujeres jóvenes). Los profesionales de estas clínicas siempre recuerdan que aunque la reproducción asistida ha contribuido en las últimas décadas a que muchas parejas puedan tener hijos y ser felices por ello, no tienen una varita mágica. De ahí que insistan en que el proyecto reproductivo no debe retrasarse y si se va a demorar, debe consultarse siempre antes a un especialista.

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